Editorial: Tranca a la puerta giratoria

Luego de ganarle la batalla a los grupos terroristas, ¿qué pasará? ¿Existe espacio en las cárceles para recluir a los que integran las bandas?

Entran y salen como si fuera su casa. No es un secreto la enorme facilidad con la que delincuentes ingresan a la cárceles y salen de ellas con la ayuda de abogados y jueces corruptos. Bueno fuera que salieran reformados. Lo hacen con el ímpetu que les da la certeza de un sistema que les garantiza la impunidad.

Bien por las cárceles que se van a construir. Bien por la tarea de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas contra los grupos terroristas. Pero, ¿y la reinserción qué? Como lo contó EXPRESO en su edición del pasado 13 de enero, el Gobierno debe combatir el problema de la inseguridad con una receta integral. Todo lo que hace el Gobierno Nacional ataca una parte del gran problema.

Luego de ganarle la batalla a los grupos terroristas, ¿qué pasará? ¿Existe el suficiente espacio en las cárceles para recluir a los miles que integran estas bandas delictivas? No. ¿Es la justicia realmente independiente para juzgar a los terroristas? No. ¿El sistema carcelario tiene un plan efectivo para rehabilitar socialmente a los detenidos? No. ¿Existen oportunidades de empleo para personas con pasado judicial? No.

El problema es más profundo y requiere una solución profunda. Pero tiene un punto de partida: ponerle una tranca a la puerta giratoria que les permite a los delincuentes salir de las cárceles con tanta facilidad.