Editorial: Quejas no, auditoría sí

Virar la página respecto a lo actuado por la exalcaldesa se acepta siempre que signifique evitar quejas y enfrentamientos improductivos e innecesarios

Se aplaude que el alcalde de Guayaquil haya empezado a comunicar los planes que tiene para la ciudad y los plazos en que se ejecutarán. Esto motiva a la ciudadanía y permite tener un horizonte claro de las acciones de la Municipalidad. Se aplaude también que no se escude en las falencias de la administración anterior para justificar cualquier atraso o no ejecución de las tantas obras necesarias para Guayaquil. Pero el no referirse a ello no debe significar el dejar de dar a conocer y auditar todas las irregularidades cometidas por el gobierno municipal que lo precedió y el destino que se dio a los recursos de los contribuyentes, más allá de que ello fue uno de sus ofrecimientos al inicio de su gestión. Asimismo, deber proporcionar toda esa información a las autoridades de control. El virar la página con respecto a lo actuado por la exalcaldesa se acepta siempre que ello signifique evitar quejas y enfrentamientos improductivos e innecesarios. Sin embargo, la transparencia y la apertura para colaborar con las investigaciones deben primar, así como la socialización y priorización de obras para Guayaquil en función de los requerimientos de los ciudadanos. Si se retoma la idea de construir un nuevo aeropuerto, que sea solo porque es una necesidad impostergable, y que su ubicación responda a consideraciones técnicas y económicas que contribuyan al bienestar común y no de unos pocos privilegiados.