Editorial: Una nueva guerra que lanza alertas
El mundo entero acaba de salir de una pandemia y aún sufre las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania
Las últimas voces de apoyo a Palestina podrían elevar el tono de los ataques entre Israel y el grupo Hamás y hacer que los efectos de esta nueva guerra sobre la economía global, que hasta hoy se consideran mínimos, tengan mayor repercusión. Un hecho que debería obligar a los países de la región, incluyendo a Ecuador, a dejar de ver a este conflicto como algo lejano.
El mundo entero acaba de salir de una pandemia y aún sufre las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania; añadir este capítulo de enfrentamientos en Medio Oriente es volver a encender la alerta de una recesión global, si se alimenta de una inflación que podría generarse si el precio del crudo se incrementa, o si llega a haber cortes de suministros de producción y distribución petrolera, en una zona donde la oferta de este insumo es clave. A Ecuador, como exportador petrolero, una subida del costo del barril poco le sirve si su producción sigue estancada y si su economía depende de la importación de combustibles, que también se pondrían más caros.
Las futuras políticas económicas del nuevo gobierno deberán tomar en cuenta este escenario para blindar, en lo posible, el desarrollo y la competitividad empresarial, en un mundo donde el consumo tiende a bajar. Un panorama que no gusta a las industrias, que se sostienen de la demanda de los hogares para crecer y crear plazas de trabajo.