Editoriales
Editorial: Un fallo impresentable
Esta es la clara evidencia de lo vergonzoso del fallo de la Corte Constitucional
Mucha atención con lo que pase en estos días y los siguientes en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. El hecho de que la Corte Constitucional destituyera al ahora expresidente del Consejo, y salvara de manera tan descarada a otros vocales que actuaron de la misma manera del ahora removido, no quiere decir que la mano de los partidos políticos quedó fuera de esta institución que presume de lo que carece: de ser ciudadana.
La remoción del rostro más visible del correísmo en el Consejo y el ingreso de otro con una línea totalmente contraria reconfigura las fuerzas políticas en este ente, pero nada más. Esta es la clara evidencia de lo vergonzoso del fallo de la Corte Constitucional. Juzgaron y sancionaron a una persona, mientras a las otras que lo secundaron las salvan con un simple jalón de orejas. Y el juez que autorizó la creación de esta veeduría ciudadana en clarísima violación a una decisión de la mayoría del pueblo refrendada en las urnas en consulta popular sigue también en su cargo.
Este fallo de la Corte Constitucional no cambia nada para bien del país. Deja una clara enseñanza a los ciudadanos, futuros abogados y jueces: que hasta los más distinguidos magistrados, salvo la excepción del caso, caen fácilmente en la tentación del poder político.