La deuda a dos años

Pero estas son necesidades prioritarias que, si las atendiera, posiblemente no registrara un bajón tan considerable en la aprobación de su gestión

El presidente va camino a cumplir la mitad de su mandato y es complicado señalar al menos cinco decisiones, obras o planes relevantes que haya ejecutado en este tiempo. Uno: el exitoso plan de vacunación contra la COVID-19 que ni la oposición más férrea se atrevió a cuestionarlo. Dos: el ataque a los grupos narcodelictivos en donde más les duele, la incautación de toneladas de droga. ¿Y luego?

Por el contrario, la externalización de la compra de medicinas en los hospitales del Ministerio de Salud Pública y del IESS avanza lento. Aún no existe una solución a los constantes deslaves en las carreteras de la Sierra ecuatoriana y a los accidentes que dejan el asfalto manchado de sangre todos los años. Y hablando de vías, los ciudadanos siguen esperando la tan ansiada carretera Guayaquil - Machala o la que conecte con Quevedo.

Sin duda el primer mandatario tiene muchas ocupaciones y brechas abiertas, pero estas también son necesidades prioritarias que, si las atendiera, posiblemente no registrara un bajón tan considerable en la aprobación de su gestión. No hay que descuidar otros frentes, ni dejarse acorralar por los que quieren pescar a río revuelto. La vacunación ya no puede seguir siendo el hecho por excelencia para calificar al Gobierno como exitoso.