No defrauden

Ellos tienen una gran responsabilidad: responder a los intereses colectivos y no a los de sus líderes

El 5 de febrero de 2023 deja algunas herencias. Un correísmo fortalecido en número de autoridades electas, ganando con el mínimo más alto en Guayaquil, Quito y otras localidades. Un socialcristianismo debilitado e intentando maquillar sus cifras de autoridades electas con los que son y los que no son. Y, sobre todo, rostros jóvenes en la política que se perfilan a tomar la batuta de los partidos que representan. En otras palabras, un aire fresco en el tablero político que empieza a desplazar a las figuras de larga data.

Ellos tienen una gran responsabilidad: responder a los intereses colectivos y no a los de sus líderes. Saber entender lo que la gente quiere y espera de sus autoridades y actores políticos, y satisfacer esos anhelos. Que lo que digan se concrete. Elevar el valor de la palabra y del quehacer político tan devaluado por autoridades que hicieron y hacen de este ejercicio un circo reducido a videos de TikTok. Reconocer a los opositores como tales y a las autoridades que no son de su línea también como representantes del pueblo y debatir con altura y respeto.

Adoptar lo bueno y desechar lo malo de sus mentores. No cometer los mismos errores del discurso extremista, altisonante y estigmatizante. En definitiva, no defraudar. Trabajar sin pensar en las próximas elecciones. Así y solo así habrán cumplido con sus votantes y trazarán un camino hacia el futuro.