Que curioso, señora fiscal

Curioso, sí. Bastante curioso que ningún legislador, ni siquiera del oficialismo, se atreva a cuestionar la labor de la fiscal general

Resulta, por decir lo menos, curioso que la primera autoridad de la Fiscalía ni siquiera aparezca en el radar de los legisladores ecuatorianos tan diligentes cuando se trata de señalar, acusar y enjuiciar políticamente a casi cualquier funcionario o exfuncionario público.

Decir que la Fiscalía ha realizado un excepcional trabajo es debatible. Claro, cómo no hacerlo cuando llega desenredado en bandeja de plata -desde Estados Unidos o por investigaciones periodísticas- casi todo el ovillo de casos de corrupción sonados. Iniciar la indagación y lucirse en los tribunales es lo correcto y fácil.

Igual de curioso es, tal como este Diario lo ha señalado en varios editoriales y notas periodísticas, que la labor fiscal avance a paso de liebre en algunos casos y de tortuga en otros. De igual manera, la vista gorda que guarda, y seguramente seguirá guardando, sobre quienes escudados por el derecho a la resistencia y a la protesta social vandalizaron ciudades como Quito, cortaron el flujo de petróleo y contaminaron el agua potable de Ambato.

Curioso, sí. Bastante curioso que ningún legislador, ni siquiera del oficialismo, se atreva a cuestionar la labor de la fiscal general. Qué no más sabrá ella. Lo cierto es por mucho menos se han armado show políticos en la Asamblea.