Cuarta vía: la renuncia
La renuncia del Ejecutivo, en cambio, desestabiliza las pretensiones de las mayoría opositora legislativa, le da dignidad a su salida
Una cuarta opción aparece en el camino del presidente que hoy se ve sometido al banquillo de la Asamblea Nacional. Una que luce difusa, pero puede ser la vía que más le conviene, no al presidente, ni a su Gobierno, ni a los asambleístas, pero sí a los ciudadanos: la renuncia al cargo.
Es evidente que la disolución anticipada de la Asamblea sumirá al Ecuador en seis meses de incertidumbre que ahuyentarán inversión y empleo. Y que la destitución del presidente no garantizará que este Legislativo opositor dejará trabajar a quien suceda al presidente, es decir al vicepresidente. Asimismo, que el presidente se salve de la destitución tampoco es garantía de que sus opositores lo dejarán trabajar en paz, como no lo han hecho en estos dos años de gestión.
La renuncia del Ejecutivo, en cambio, desestabiliza las pretensiones de las mayoría opositora legislativa, le da dignidad a su salida, se aleja de las intensiones correístas de empujar una muerte cruzada y, sobre todo, le da tranquilidad al país. Es una opción que tal vez no ha sido considerada y que debe sumarse a las que el presidente estará analizando en su interior y con sus más cercanos consejeros y colaboradores.
Se espera que cualquier decisión del mandatario tenga como único objetivo el bienestar los ciudadanos.