Editoriales

Cita sin las mascarillas

La pandemia no se va a ir nunca, hay que convivir con ella. Lo que sí debe irse en algún momento son las restricciones a los derechos que debieron ser excepcionales. Es hora de fijar una fecha para quitarse las mascarillas’.

Es hora de sacar la agenda y establecer una cita con la normalidad. La vida tal cual era sin el coronavirus no volverá. La COVID no va a desaparecer. Por eso, no se trata de esperar a que pase la pandemia. Se trata de decidir cuándo el país va a retomar sus rutinas normales en convivencia con el virus. Esa fecha no va a llegar si no es agendada. La decisión es del ser humano, no del agente infeccioso.

La vacunación avanza no solo en cifras sino en tranquilidad. Atrás han quedado los episodios masivos de colegas, amigos, familiares contagiados e internados en los hospitales. No es que hayan desaparecido los contagios o los casos graves, pero ha dejado de ser una situación descontrolada e inmanejable. Las estadísticas sanitarias lo confirman y dan pie a que le digan a los ecuatorianos cuándo el Estado va a dejar de prolongar esa situación excepcional -que lo es hasta en el nombre- de restringir derechos. Que las autoridades decidan qué debe llevar puesto alguien, que digan cuándo y cómo pueden moverse o que indiquen cuántas personas pueden reunirse y dónde son medidas excepcionales y, por ende, provisionales. No por extendidas van a confundirse con rutinarias o normalizadas. Digan hoy cuándo van a restaurar la totalidad de los derechos.