Cansancio

Sean cuales fueran la línea política de los triunfadores y los cambios aprobados, que se trabaje primordialmente en seguridad y generación de empleo

A la espera de resultados oficiales, hay una certeza a nivel nacional: la población siente hartazgo. Tras una campaña caracterizada por la banalidad y la ridiculez; por el irrespeto a las leyes a la hora de hacer propaganda -por parte de quienes buscan ser autoridades y que deberían ser ejemplo de cumplimiento del marco legal-; y por denuncias y escándalos que no se esclarecieron ni desembocaron en sentencias, y que tampoco permitieron descartar a candidatos de perfil dudoso de la lid electoral, la ciudadanía siente un enorme cansancio.

Habrá que continuar adelante con la línea que marca lo escogido por la mayoría de los ecuatorianos. Y es allí donde se da el consenso: lo que se quiere es poder producir y vivir en paz. Que sean cuales fueran la línea política de los triunfadores y los cambios aprobados, se trabaje primordialmente en la seguridad, en la generación de empleo y en que el Estado pueda proveer educación y salud de calidad. Que la Asamblea promulgue las leyes necesarias para ello, sin cálculos políticos; que el Ejecutivo lidere con contundencia la lucha contra el crimen organizado; que todos los organismos e instituciones gubernamentales destierren la corrupción, que la justicia elimine la impunidad y que prime en toda la clase política el interés por rescatar al Ecuador, y no mezquinas agendas propias.