Calmar la codicia

Si la intención es destituir al presidente, díganlo con claridad, busquen los argumentos de peso y acudan a los mecanismos que la ley recoge

Vuelven a sonar trompetas de desestabilización. El correísmo, en la Asamblea Nacional, intentó aprovechar el chuchaqui electoral del que aún padecen algunos políticos para introducir el caso Encuentro en el orden del día de ayer, pese a que la comisión parlamentaria aún sigue recogiendo versiones y evidencia. A última hora retrocedieron en su intención, lo que no quiere decir que no la tuvieron. El correísmo, sin duda, quiso aprovechar el empujón electoral del 5 de febrero que dejó mal parado al Gobierno Nacional. Y volverá a intentarlo.

La investigación en la mesa legislativa sigue su curso y la ciudadanía debe estar muy atenta al pésimo precedente que puede instaurar la resolución de este cuerpo colegiado. De entrada, un audio de mala calidad, grabado claramente sin el consentimiento del principal participante, no puede constituirse en prueba plena para llegar a una conclusión, cualquiera que esta sea. Si la intención es destituir al presidente, díganlo con claridad, busquen los argumentos de peso y acudan a los mecanismos que la Constitución y la ley recogen.

Los políticos de oposición y oficialistas deben calmar su codicia y sus odios. Pensar, de una vez y por todas, en el interés colectivo del país y no en el de sus máximos líderes.