Sin bancarización no hay crecimiento

Que el Gobierno, las instituciones educativas y gremios diseñen e impulsen en el país una estrategia nacional que fomente la educación financiera

La pandemia obligó a miles de personas a volcarse al mundo de las transacciones virtuales, generando con ello un avance en la bancarización, pero Ecuador aún está lejos de lograr que el grueso de su población goce de una real inclusión financiera.

Estudios señalan que el desafío está en alcanzar la inserción de ciudadanos que son parte de un estatus socioeconómico bajo. Tener más usuarios con cuentas de ahorro, en definitiva, es dar pie a una mayor formalización de negocios y transparencia en transacciones, a permitir que más personas logren forjar un historial de crédito que facilite su acceso a préstamos bancarios, alejándolos así de caer en mecanismos de financiamientos irregulares como el que brindan los llamados chulqueros. Y a ello se une otra ventaja, tal vez la más importante para cualquier país que busca un despegue económico: el lograr insertar a su comunidad en el mundo virtual, donde hoy reinan los pagos electrónicos.

Ante este escenario se vuelve imperativo que el Gobierno, las instituciones educativas y gremios relacionados al sector financiero diseñen e impulsen en el país una estrategia nacional que fomente la educación financiera para seguir incrementando la confianza en el sistema y en el empleo de nuevas tecnologías. Sin bancarización no hay crecimiento.