Quién ayuda a quién

En todos los países afectados por el coronavirus, el Estado ofrece ayuda a empresas y trabajadores para aliviar las pérdidas del parón económico. Aquí es al revés: el Estado necesita ayuda y, obvio, habla de recursos.

La incalculable repercusión que la expansión del coronavirus en el mundo está teniendo sobre la economía global acecha a Ecuador, que ya partía de una posición debilitada. El país está en una posición fiscal vulnerable y sin margen de maniobra para encajar la onda expansiva del virus, pero eso es achacable única y exclusivamente a quienes han gobernado: al gobierno de la última década y al actual.

Ha habido factores externos complejos, pero ellos llevaban y llevan el timón. Ahora (como también antes) toca arrimar el hombro. Otra vez. Con el excesivo endeudamiento, con el paro de octubre, con el terremoto... Siempre ha habido que apoyar (obviamente, con la entrega de más recursos en forma de tasas, impuestos o contribuciones) y siempre se ha hecho por parte del sector privado y de los contribuyentes. Y se seguirá haciendo.

Lo reprochable es que, teniendo las autoridades la responsabilidad de llevar las cuentas nacionales, lo hagan de tal forma que en una crisis global como esta, en la que en todos los demás países es el Estado el que ofrece ayuda a las empresas, a los trabajadores y a los emprendedores para absorber el parón de la cuarentena y las consecuencias del coronavirus, en Ecuador sea el Estado el que necesita apoyo. Hay quien está confundiendo los roles.