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Paternidad en crisis y pospandemia

Avatar del Willington Paredes

En tiempos oscuros encontrar la luz es difícil. La salida parece esquiva y lejana. Los padres esperamos que los hijos reconozcan y valoren lo que somos, fuimos y sembramos

Es paradójico definir la paternidad cuando la crisis, el mundo virtual, la posmodernidad y pandemias (covid, inseguridad y narcotráfico) nos asedian. Y cuando el "rey che-inca indígena", señor Iza y su secta paran el país con violencia, exaltando su etnicidad unicocéntrica por encima del Ecuador. Luego sabremos el costo-pérdidas de esos paros de terror. Ahora preguntemos sobre el nuevo carácter social, político, cultural y simbólico del padre. ¿Qué sentido tiene hoy? Ayer, era fácil: proveedor responsable, amoroso con sus hijos, rey y pilar familiar. Hace años que ese rol es difuso, aunque el poder patriarcal aún rige y domina. En varios frentes el sentido paterno, como eje y símbolo de la sociedad y la familia, se repliega y cuestiona.

Es arcaica y falsa la frase "rey del hogar". Nunca hubo monarcas, reinas ni princesas en la familia. La complejidad de hoy exige que la paternidad se refrende. Hay que reconstituirla y defender valores, posicionar ciudadanía, mayor apertura y tolerancia social, educar a hijos más allá de las escuelas y los libros. Se requiere formarlos para la vida, para encararla ante nuevas realidades, no perderse en el mito de la familia patriarcal, que le otorga dominio y gobierno total. Hoy la realidad virtual, el mundo digital y la fugacidad de las relaciones humanas-afectivas así como lo instantáneo del amor y erotismo, demandan del padre nuevas tareas y acciones. Esto cambia el sentido histórico y simbólico y lo pone ante la nueva paternidad en lo humano-mundano. ¿Qué harás tú ante esto?

En un Ecuador con 4 millones de padres, sus hijos aún cantan: "Cuando amanece el día, camina y canta/ Buscando de la tierra en las entrañas/ El pan caliente/ Milagro que realiza cada mañana/ Es aprendiz de todo, maestro en nada/ Es poeta a su modo, le gusta el alba/ Y entre sus manos/ Florecen a escondidas algunas llagas/ Quiso cambiar su vida, dejar la aldea/ Mas no pasó de ser una quimera/ Una quimera/ Que se quedó dormida entre la tierra"(Perales).

En tiempos oscuros encontrar la luz es difícil. La salida parece esquiva y lejana. Los padres esperamos que los hijos reconozcan y valoren lo que somos, fuimos y sembramos, diciendo: "Gracias a la vida, que me ha dado tanto", y buscar el sentido de la nueva paternidad.