El voto no tan oculto

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El voto escondido, si está en esos sectores pobres, no es tan oculto como sugieren los encuestadores.

Aunque el tiempo de la gran decisión está algo lejano, las intenciones de voto para las elecciones presidenciales muestran valiosos datos de análisis. Hay uno que se revela con un membrete sinuoso: “el voto oculto”. Es decir, la decisión de ciudadanos que tienen alguna preferencia por un candidato, pero son sigilosos a la hora de decirla públicamente y solo la reflejan en la urna.

A la fecha, alrededor del 25 % de encuestados (fuente: Cedatos) “no sabe/no responde” por quién votar para presidente. ¿Qué candidato se hará con el mayor flujo de ese porcentaje que será determinante? Si atendemos a los favoritos, cabe preguntarse: ¿hay quienes sienten cierta vergüenza de votar al fin por Guillermo Lasso, el banquero? ¿Los hay que tengan alguna aversión de hacerlo por el delfín de Rafael Correa?

Puede servir de referencia este dato: en las recientes elecciones bolivianas, la intención de voto que tuvo el ganador fue de 33 % en los días previos al escrutinio, pero cuando se declaró su triunfo, ¡había subido casi el 19 % El socialismo del siglo XXI barrió a su principal contrincante.

Entonces conviene saber si, en Ecuador, esos votos escondidos pertenecen a un sector socioeconómico deprimido. Por ejemplo, si son de la clase media pauperizada o de los pobres cada vez más pobres, pues ellos tienen razones de sobra para deshojar la margarita de su decisión y en algo están hermanados: su deseo de revancha. El voto es un arma, un desahogo, una factura que a alguien se la hacen pagar. No solo se vota por quien te representa, sino por el mayor enemigo de quien no te representa. Ellos han sufrido como nadie los efectos de un gobierno corrupto e inepto, y una pandemia que desbarató sus opciones de estabilidad y sus sueños de progreso.

De ser así, hay entre los favoritos un candidato que puede irse frotando las manos… Porque en el peor momento de la popularidad correísta (la consulta popular 2018) los “Avanzamos Patria” superaron el 35 % de sufragantes a nivel nacional y, en las provincias costeñas, el 40 %. El voto escondido, si está en esos sectores pobres, no es tan oculto como sugieren los encuestadores.