Rosa Torres Gorostiza | Menos anuncios y más acciones

El discurso más firme del presidente Daniel Noboa no basta: el país exige acciones inmediatas contra el crimen organizado
El discurso de posesión del presidente Daniel Noboa no fue el más elocuente ni el más memorable de la historia republicana, pero sí se convirtió en el más enérgico y decidido que ha pronunciado desde que incursionó en la política. Sin embargo, más allá de la contundencia verbal -de declarar una guerra frontal contra las mafias que han sembrado el terror en las calles del Ecuador, como si recién comenzara a gobernar el 24 de mayo y no hace ya un año y seis meses-, lo que la ciudadanía espera con urgencia son acciones concretas. Los anuncios por sí solos no bastan.
La seguridad no puede seguir dependiendo exclusivamente de la aprobación de leyes con carácter de urgencia económica en la Asamblea Nacional, como la recientemente presentada, que busca el financiamiento privado a través de donaciones. El Ejecutivo ya tiene en sus manos herramientas legales y logísticas para empezar a actuar con la contundencia requerida. El país no puede seguir esperando debates eternos y enfrentamientos políticos por conveniencias partidistas, mientras los grupos criminales continúan avanzando, cobrando vidas y paralizando sectores enteros.
En este contexto resulta indispensable que las palabras del presidente se traduzcan en políticas efectivas y visibles. El fortalecimiento de la inteligencia policial, el despliegue estratégico y táctico de las Fuerzas Armadas, la intervención en cárceles dominadas por mafias y la recuperación de territorios controlados por bandas deben ser parte de una hoja de ruta inmediata. Es necesario recuperar la soberanía total del territorio, pero lo que se está haciendo no es suficiente. No es momento para improvisaciones, sino para una coordinación institucional efectiva y que dé resultados positivos.
Es cierto que existe la necesidad de reformas estructurales, incluida una reforma constitucional, pero estas no pueden convertirse en la excusa para postergar decisiones clave que debieron haberse tomado desde que el presidente Noboa asumió el poder, el 23 de noviembre de 2023. Si bien la Asamblea debe colaborar y legislar con responsabilidad, el Gobierno tiene el deber de liderar con determinación. Enfrentar al crimen organizado requiere una acción estatal firme, sostenida y sin ambigüedades, más allá de cálculos políticos o tiempos electorales.