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El fisco

Avatar del Rómulo López

Aumenta la delincuencia, deteriora el nivel de vida. Recesión.

Zaqueo (en la Biblia) era jefe de recaudadores. Muy rico. Bajo de estatura, no podía ver ni oír a Jesús cuando entró en Jericó. La gente se agolpaba para verlo. Se subió a una higuera (Ficus Iudaicus). Jesús le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede yo en tu casa. También es hijo de Abraham. El Hijo del hombre lo ha venido a buscar”. Es el apóstol Mateo. “Fiscus” se convirtió en canasta donde recaudadores de impuestos ponían el dinero para llenar las arcas del gobernante y sus gastos. El juez estadounidense John Marshall (Mc Culloch vs. Maryland 1819) expresó que “el poder de establecer impuestos, comporta el poder de destruir”. Sirve y alimenta al gobierno mediante impuestos. Además, es agente de retención de tasas (aportes “voluntarios” por servicio público específico, obligado a devolverlas, sin merma ni demora, a sus beneficiarios) y, las contribuciones especiales. Los judíos llamaban “zaqueadores” a los ladrones. Cuando soldados dominaron militarmente con violencia un “sitio” robaban en nombre del fisco. Ahora el fisco e impuestos son patrimonio del Estado. El fisco es una persona jurídica de derecho público que nada produce. Solo exacciones. Los impuestos van al erario. No existe erario privado. El fisco es “un monstruo bíblico, dragón gigante con forma de cocodrilo o serpiente. Es Satanás o Belcebú”. “Leviatán”: (1651 Hobbes). Los “tributos excesivos son un robo”. La apropiación por el Estado de bienes privados en democracia, que defiende la propiedad privada es peculado. Posible solo en dictaduras. El logro de beneficios o utilidades en trabajos privados son creación de riqueza y valor. El fisco (Gobierno) les “impone” tributos para cubrir “su gasto público”. Si el Gobierno no es austero y excede los gastos (los infla), aumenta el circulante (emisiones inorgánicas o electrónicas), genera “déficit”, aumenta artificialmente la demanda, disminuye la oferta de bienes. Es la inflación, que significa inflar los precios. Causa escasez, carestía, mercado negro, inestabilidad, desempleo y pobreza. La demanda disminuye para caer en deflación. Aumenta la delincuencia, deteriora el nivel de vida. Recesión.