Columnas

¿Y la partida presupuestaria?

Nuestro sistema procesal penal involucionó. Pero… ¿Va Correa a salirse con la suya?

El Código de Procedimiento Penal vigente desde enero del 2000 nos introdujo en la era “moderna”, pasándonos del sistema “inquisitivo” al “acusatorio”. ¡Qué risa! Ahora estamos a la par de las naciones civilizadas y tenemos una moderna Fiscalía. Una que no acusa.

Pues pese a tener un terreno lleno de cascajo en El Aromo con un sobreprecio del hijoepato, el responsable político y administrativo de semejante atraco -léase Correa- no ha sido inculpado por la Fiscalía.

Pese a todo el teatro montado el 2008 en la colocación de la primera piedra del cascajo más caro de la historia, Chávez “le jugó a la cuca” al que sabemos y se le hizo el loco con el financiamiento de la refinería invisible que solo Glas logra ver.

¿Cómo se inició esta obra pública sin contar con la disponibilidad de fondos acreditada en la correspondiente partida presupuestaria?

Para imputar a Correa, la Fiscalía solo tenía que solicitar la partida presupuestaria y establecer que nunca existió. Y que si existió, era falsa, pues nunca hubo los fondos. Lo demás, es juego de niños. Pero Correa -responsable de la decisión de iniciar la obra sin financiamiento- no es inculpado. ¿Quién lo protege? ¿Qué es lo que confiere el inmenso poder de burlarse de la justicia? ¿Existe algún abominable “acuerdo entre privados”?

Lo ridículo es que pasamos de un sistema inquisitivo a uno “acusatorio” en el que los fiscales no acusan. Y lo gracioso es que antes del COIP podían “también proponer acusación particular los representantes de los órganos de control distintos de la Fiscalía, a quienes la ley faculta para intervenir como parte en los procesos penales que interesen a los fines de la institución que representan”. (art. 52 CPP). Entonces, si la Fiscalía no acusaba, los demás órganos de control en todas sus formas -entiéndase político, administrativo y judicial- podían hacerlo.

En lugar de adelantar, retrocedimos al año 1999, cuando los delincuentes de cuello blanco y alma verde podían ser imputados si la Fiscalía no lo hacía. Nuestro sistema procesal penal involucionó.

Pero… ¿Va Correa a salirse con la suya?