Columnas

El gradualismo mata

Macri le hizo un daño irreparable a Argentina, porque promovió con su gradualismo el retorno de la banda que hoy los gobierna, se aferró a la vida y murió en la historia

Al expresidente Macri la historia no le guarda un lugar privilegiado. Más allá del cuadro colgado en la Casa Rosada, no creo que se lo recuerde particularmente por su determinación para provocar cambios profundos en la sociedad argentina. Bueno, tal vez, porque después de su timorato gobierno, los argentinos volvieron a caer en las garras del populismo, de la cleptocracia y del horror de pobreza sin precedentes en la que viven.

Solo para recordar: Macri llegó al poder en 2015 con un discurso de reformas para modernizar el país, con el mayor apoyo internacional posible, con la determinación del sector productivo para empujar la expansión, y finalmente con la expectativa de un país que había vivido doce años de debacle moral y económica. Frente a ello, el miedo a no acabar su gobierno lo llevó a buscar en paralelo ciertas tímidas reformas económicas, junto con la expansión de las prebendas sociales a partir de mayores impuestos y endeudamiento. En otras palabras, seguía quitándole combustible al motor de la producción y continuaba poniéndole peso al balde de la camioneta. En menos de dos años Macri duplicó la deuda con respecto al PIB. A pesar de que todos los indicadores económicos le mostraban luces rojas cada día, Macri insistía en mantener su política gradualista aferrado al poder. Quizá tenga un mérito, dudoso mérito, pero mérito al fin: se convirtió en el primer presidente no peronista que pudo terminar su periodo presidencial desde 1928, el que fuera el gobierno de Marcelo Alvear.

¿Por qué escribo esto ahora? Tuve un ‘déjà vu’ y me acordé de una frase samurái que escuchaba de un senséi de Shotokan allá por inicios de los años ochenta, cuando alguien subía al tatami: “cuando corresponda el kumite, la determinación es lo único que cuenta, porque quien se aferra a la vida muere, quien desafía la muerte vive”.

Macri le hizo un daño irreparable a Argentina, porque promovió con su gradualismo el retorno de la banda que hoy los gobierna, se aferró a la vida y murió en la historia.

‘Con los problemas no se pacta, se los vence o te vencen’. Es ahora, luego será tarde.