Premium

Zaruma, la ciudad que se hunde

Avatar del Nelly de Jaramillo

En el valle y estribaciones de la montañas bajas de Zaruma, en las primeras décadas del siglo pasado, una compañía norteamericana, la Sudamerican Development Company, explotaba las minas de oro en el campamento de Portovelo, marchándose cuando las consideró insuficientemente rentables. Pero estas continuaron siendo explotadas por las organizaciones gremiales de trabajadores mineros autorizados por el Estado, hasta que finalmente la actividad se dio por terminada y las bocaminas fueron clausuradas. Sin embargo, la falta de control, o quién sabe aun la complicidad de autoridades y funcionarios, ha permitido que de hecho la minería ilegal continúe su labor, poniendo en serio peligro a la bella Zaruma, con una población de 200.000 habitantes, declarada Patrimonio Cultural del Ecuador en 1990, lo que confirmaron patéticamente dos súbitos hundimientos del piso o plataforma de la ciudad sufridos en su centro histórico, que han dejado un socavón de 40 metros de radio y la misma profundidad, señalando el relato de El Universo del domingo 19, que inicialmente el horado se tragó dos casas, para luego el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) confirmar el colapso de otros dos inmuebles.

Pero quizá lo más grave del asunto sea lo que taxativamente afirma la presidenta de la Cámara de Minería del Ecuador, María Eulalia Silva, cuando dice que detrás de la minería ilegal hay grandes mafias con un enorme poder económico. Que parece ser también la opinión general.

El gobierno de Lasso ha decretado el estado de excepción por 90 días para evaluar daños y establecer acciones, pero un grupo de asambleístas constituido por los jefes de bancada de todos los partidos políticos, ante la emergente situación de las 300 personas afectadas de la zona 0, solicitaron a la presidenta de la Asamblea la suspensión del receso legislativo y que se convoque a sesión extraordinaria del pleno para aprobar la conformación de una comisión especifica del caso. Por su parte, el ministro de Vivienda anunció la donación de una hectárea de terreno hecha por la Municipalidad de Zaruma para que se construyan casas para los afectados por el hundimiento de sus viviendas.

La esperanza empieza a asomar la cara.