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Derrotar al socialismo del siglo XXI

Que Lenín Moreno engañó a todo el mundo, empezando por el expresidente Rafael Correa y el partido político Alianza PAIS que lo candidatizó a la presidencia de la República junto a Jorge Glas para la vicepresidencia en las elecciones 2017 es un hecho, ya que cuando llegó al poder , empezó su labor de zapa contra los postulados ideológicos que estaba obligado a representar, no sé si para cambiar para la historia su estigma de traidor, o simplemente porque siempre fue un “topo” derechista, como ahora paladina y categóricamente lo ha reconocido en entrevista que le hizo diario El Mercurio de Chile. Así lo recoge un reporte de El Universo en edición del lunes de esta semana, entrevista en la que al referirse “a los riesgos de la operación de la izquierda antidemocrática” en la región, ha declarado Moreno: “Se puede derrotar al socialismo del siglo XXI en forma democrática. Es lo que hicimos en Ecuador”, aludiendo al “peligro inmenso” que representan para la región las fuerzas de izquierda que impulsan modelos dictatoriales y autocráticos. Y luego, al ser consultado sobre cómo recibió el gobierno, responder que lo que recibió “fue una emboscada” y que si él no hubiera participado en esas elecciones el partido de gobierno estaba destinado a perderlas con Jorge Glas. Finalmente, al abordar el tema del narcotráfico, muletilla con la que usualmente se trata de desprestigiar a todos los regímenes socialistas de Latinoamérica, se atrevió Moreno a afirmar que “en la década anterior, de una forma subrepticia, se estaba permitiendo que hiciera de las suyas en la frontera de Ecuador, incluso había una franja tácita de permisividad para que por allí transite la droga”.

Albarda sobre albarda. Entonces no hubo traición ni engaño, solo la oportunidad de ser presidente de la República y al final de su administración, asegurarse una pensión vitalicia de expresidente, que sumada a la anterior de exvicepresidente de Correa, que ya venía gozando, redondea una atractiva suma de dinero, lo que no está nada mal. Además de ser el inventor de una exitosa fórmula para detener el socialismo siglo XXI y posiblemente acabar con la carrera política del carismático expresidente Correa.