Sombría realidad

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"El Ecuador vive momentos cubiertos de densos nubarrones, no admitirlo es encubrir errores u omisiones y eludir rectificarlos o corregirlas".

Superar dificultades exige apegarse a realidades. El Ecuador vive momentos cubiertos de densos nubarrones, no admitirlo es encubrir errores u omisiones y eludir rectificarlos o corregirlas.

No creo en los que practican ese ‘hobby’ nacional de criticar todo y no aportar a solucionar problemas. Milito entre quienes son coherentes con lo que dicen o escriben y sus actos; con aquellos que buscan construir un mejor país que está regionalmente fracturado y atomizado en opiniones. Como nunca antes o como siempre, no podemos negar que somos como un “espejo roto”, donde cada cual se mira en el pedazo de espejo que tiene a su lado.

El Gobierno carece de un rumbo que nos motive a pensar que avanzamos hacia objetivos definidos; ha carecido de tesis o planes concretos. Su propuesta de diálogo no arrojó ningún resultado, no ha concertado nada. Dialogar es básicamente escuchar, comprender las razones o intereses de los interlocutores; por eso toma decisiones de acuerdo a las circunstancias, como lo ha hecho en esta emergencia que lo sorprendió con una precaria infraestructura y una disminuida asignación presupuestaria en salud, fallando al comunicar políticamente una crisis eminentemente sanitaria. No ha logrado corregir la situación heredada del anterior gobierno, la pobreza se incrementa, el desempleo creció, la deuda pública aumentó, hay notoria iliquidez monetaria, está atrasado en pago de sueldos y transferencias a la seguridad social y gobiernos seccionales, afectando la circulación de la riqueza; y la corrupción se multiplica.

Exhibir el involucramiento de un asambleísta en la contratación de un hospital en Manabí es un acto diminuto cuando no se esclarecen incorreciones en el uso de 3.000 millones de dólares de la reconstrucción, existiendo además denuncias de pillerías en sus hospitales, como las hay en casi todos los hospitales del país.

En esa sombría realidad, es democráticamente pertinente el pedido del reconocido comunicador Carlos Vera, exhortando al presidente a dar un paso al costado y al menos refrescar el gobierno, dejando que termine el período el vicepresidente escogido por él.