El mensaje y sus omisiones

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Aplaudo su política democrática en materia de libertad de expresión.

El mensaje del presidente Lenín Moreno de 3 años de gobierno, puso de relieve lo que parece su mayor habilidad: ser un buen motivador. Prefirió hablar de lo que dice que hará el último año, señalando 4 prioridades con las que pocos pueden estar en desacuerdo: salud, alimentación para los que necesitan, empleo, dolarización. Informó lo que hará pero no lo que dejó de hacer: viviendas, cirugía mayor a la corrupción, 250.000 empleos anuales, etc., ofrecidos en campaña; eso resta credibilidad al mensaje.

Omitió analizar la profunda crisis moral y económica en que está sumergido el país y de la que será muy difícil resurgir, y estuvo muy distante de alguna propuesta relacionada con la construcción de un mejor país.

Tampoco se refirió a las acusaciones sobre el reparto de hospitales o compra de medicamentos e insumos como cuota política; el porqué Ecuador aparece en las noticias internacionales con el mayor porcentaje de fallecidos por coronavirus en relación a su población.

Evitó comentar la eliminación del subsidio a los combustibles que puso al país al borde del caos el pasado octubre, después de su inconsulto decreto 883, situación que se superó gracias a la mediación del delegado de la ONU.

Nada dijo de los 2 últimos decretos que han provocado preocupación y controversias en la ciudadanía. El uno, resignando atribuciones propias de su función, delegándolas a los secretarios de su despacho; el otro, disminuyendo remuneraciones a un numeroso grupo de servidores públicos, lo cual se esperaba sea debidamente sustentado.

No observé un pronunciamiento de apoyo decidido al sector agropecuario, ni una postura definida en la reprogramación a largo plazo de la deuda pública, esenciales en el fortalecimiento de la dolarización. No hizo mención alguna sobre el IESS, cuando existen comentarios de su cercano colapso. Lo que sí anunció es un cobro anticipado de impuestos.

Lamentablemente en el Ecuador nos acostumbramos a maquillar los problemas con palabras, eso hace que estos lejos de ser solucionados crezcan y afecten a la sociedad.

Aplaudo su política democrática en materia de libertad de expresión.