Hoy, el Parque Histórico

¡Gracias Inmobiliar, gracias Nicolás Issa!

Con fecha julio 12/19, me permití escribir un editorial sobre el Parque Histórico. Este es un espacio privilegiado del que soy visitante asidua y en el que disfruto profundamente. En aquel artículo expliqué algo de su interesantísimo origen, como la suma de muchas visiones y varias administraciones públicas lo hicieron realidad. Pero el énfasis de mi artículo fue una muy fuerte crítica a la degradación que se daba en el Parque en muchos sentidos: en su infraestructura, fauna, flora y los servicios que ofrecían a nacionales y extranjeros.

Posteriormente a la publicación, recibí la llamada de Nicolás Issa, quien de la manera más caballerosa, más inteligente y directa me hizo saber que el Parque había entrado en un proceso de reconstrucción y me invitaba a visitar nuevamente sus instalaciones y a comprobarlo. En ese momento no lo pude hacer por motivos de salud pero posteriormente lo logré y quedé gratamente satisfecha como ciudadana y como educadora en comprobar que estaban realizando trabajos de mantenimiento en varias áreas, en su vegetación, su aseo, reparación de las casas-hacienda e inclusive el escenario al aire libre donde se presentaban “Los compadres” para deleite de los visitantes.

Quiero señalar que para mí es una enorme responsabilidad el haber aceptado escribir esta columna, que generosamente me ofreció el Diario Expreso. Además de conllevar una gran responsabilidad, implica un privilegio. Yo soy educadora de formación, de corazón, de práctica, de pasión y de entrega. No soy periodista, ni escritora y tampoco soy reportera. Me oriento básicamente a opinar sobre aquellos aspectos que conozco más, aquellas realidades que enfrento.

Pero lo que es común a todas las profesiones es la ética, es asumir responsabilidades y el escribir implica decir la verdad y saber hacer el seguimiento apropiado a la crítica realizada.

Con gran complacencia hoy hago público estos avances, constatando que el Parque Histórico es ya nuevamente, casi, un lugar mágico.

¡Gracias Inmobiliar, gracias Nicolás Issa!