Retomando el tema del anterior artículo sobre la vulnerabilidad en los niños como consecuencia de fenómenos varios, hoy voy a centrarme en la resiliencia.

No puedo dejar de lado el apocalipsis de nuestras cárceles. Las víctimas mortales, inocentes o no, han desatado tragedias que marcarán la vida de sus hijos y de sus familiares. Además, el maltrato infantil ha aumentado durante el COVID.

De acuerdo a dos destacados investigadores, Ann S. Masten y Andrew J. Barnes, el concepto clave para abordar esta problemática es la RESILIENCIA, cuyas definiciones y aplicaciones han ido avanzando desde los años 70, más centradas en niños en riesgo de sicopatologías y sus relaciones. Para los autores, los últimos 20 años, probablemente debido al desarrollo de la Teoría de los Sistemas de Desarrollo (DST) y lo que implica una mirada interrelacional entre individuos y contextos, ha cambiado la definición de resiliencia. “La resiliencia se define como la capacidad de un sistema para adaptarse con éxito a los desafíos que amenazan la función, la supervivencia o el desarrollo futuro del sistema. Esta definición es escalable en todos los niveles del sistema y en todas las disciplinas, aplicable a la resiliencia en una persona, una familia, un sistema de atención médica, una comunidad, una economía u otros sistemas”. “…La ciencia de la resiliencia sugiere que la resiliencia humana es común, dinámica, generada a través de innumerables interacciones de múltiples sistemas, desde el biológico hasta el sociocultural, y mutable dado el momento y la focalización estratégica”.

Hay enfoques que se centran en los moderadores genéticos (polimorfismos genéticos o estado epigenético) que parecen potenciar el riesgo. Además, los avances en la interpretación de las imágenes neurológicas de niños postrauma indican una disminución de volumen cerebral y anomalías de la corteza frontal… (Carrión et al. 2010).

Es imperativo que autoridades, médicos, maestros, psicólogos, padres, se informen sobre los nuevos avances y recursos de la resiliencia, incluyendo los estudios sobre COVID que ya comienzan a estar disponibles.