¿Por quién votar?

Todos anhelamos alcaldes respetables, trabajadores, honestos y de primera
El próximo domingo volveremos a disfrutar de la clásica fiesta electoral, durante la cual, tanto los ecuatorianos pertenecientes o simpatizantes de todos los partidos y movimientos políticos, así como los independientes, de acuerdo a la multiplicidad de promesas, consignas y ofertas electoreras existentes, escogerán, aprovechando las 8 papeletas que les serán entregadas en los recintos electorales, a una diversidad de candidatos para las dignidades a elegirse.
Con la 1 elegiremos prefecto; con la 2 alcalde; con la 3 concejales urbanos o rurales, con la 4 las juntas parroquiales; con la 5, 6 y 7 elegiremos como miembros del Consejo de Participación Ciudadana a 3 varones, 3 mujeres y 1 representante de pueblos y nacionalidades respectivamente y en la papeleta 8 constarán las 8 preguntas de la Consulta Popular, que deberán ser marcadas con un SI o un NO, según el criterio del sufragante.
La cantidad y variedad de candidatos es sin duda asfixiante y el escogimiento de aquellos para las diferentes dignidades resultará complicado, toda vez que una gran mayoría corresponde a ilustres desconocidos, cuya presentación carece de garantías para con los electores.
Todos anhelamos alcaldes respetables, trabajadores, honestos y de primera; prefectos eruditos, creativos y ampliamente conocedores de las realidades y requerimientos provinciales; concejales entusiastas y con gran vocación de servicio; consejeros apolíticos y con ansias de ayudar al engrandecimiento nacional, y de acuerdo a las 8 preguntas, tratar de estructurar una nación próspera, pujante y equilibrada, que incida victoriosa hacia un progreso integralmente sustentable.
Invito a todos cuantos sufragarán este 5 de febrero, a que luego de haber hecho a nivel familiar un análisis profundo de las características y perfil de los candidatos, y despojados de todo fanatismo, simpatías personales o consignas, rayen sus papeletas sin pensar en el caudillo, en el facineroso que financia candidaturas, en el desvergonzado que ávido de poder busca asaltar los presupuestos y enriquecerse con el dinero del pueblo.
Y sigo andando…