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Esmerilándose

Avatar del Luis Sarrazín

Ante este panorama tétrico, deberá implementarse una reforma integral que reivindique la educación ecuatoriana

Conversando sobre la problemática nacional con algunas de las personas que encontramos a la salida del rezo del Vía Crucis, el Viernes Santo, una de ellas mencionaba que un asambleísta ocupaba su domicilio y que le llamó la atención un ruido similar al de un esmeril que sonaba sin conocerse el motivo del mismo y me aventuré a decir que había personas que preparaban su dentadura para someterse a tratamientos de Ortodoncia o que a lo mejor, podría tratarse de un asambleísta que estaba alistando sus incisivos, caninos y molares, para tenerlos súper afilados el día en que se enfrenten con el presidente y estén listos a caerle a dentelladas y hacerlo pedazos.

Resulta penoso el observar, que un grupo de mal llamados seres humanos, perdieron la ruta en donde se amalgama el desarrollo bio-psico-social, conjuntamente con una serie de virtudes, experiencias, cualidades e importantes adquisiciones, que estructurarán un biotipo sólido y definido que va consolidándose lenta y progresivamente a lo largo de la existencia, para dar lugar a la denominada personalidad final o real, tal y como lo definía la doctora Lemkau de Praga.

¿Qué le pasó al Ecuador? ¿Dónde están esas maravillosas piezas oratorias que plasmaron “in extenso” lecciones cívicas increíblemente valiosas, con un contenido patriótico profundo, un despliegue elegante del idioma de Cervantes en un marco de versación jurídica?

El Sistema Educativo Nacional ha caído en una obsolescencia al haberse repartido en “distritos” carentes de estructura y personalidad, para convertirse en sitios de lamento, quejas o chisme, víctimas de una inoperancia total, que no han aportado nada a la verdadera y moderna enseñanza.

Ante este panorama tétrico, deberá implementarse una reforma integral que reivindique la educación ecuatoriana y permita resurgir esa pléyade de jóvenes capaces, sólidamente formados con reales aspiraciones, aptos para tomar la posta a las actuales generaciones y de esta manera, eliminar a esa sarta de asambleístas que en términos cuantitativos, son un triple cero a la izquierda. ¡Por un nuevo Ecuador!

Y sigo andando…