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Rehabilitación

Avatar del Luis Sarrazín

Al Gobierno no le importa la falta de Pentavalente; la carencia de vacuna antirrábica humana, una de la mejores del mundo

La clase médica se pregunta: ¿por qué no se ha rehabilitado aún el INH?

Sin duda alguna este interrogante tiene un profundo y técnico fundamento, toda vez que dicha institución de registro, de control, de trabajo productivo, de elaboración de biológicos y de vigilancia epidemiológica, que debería estar como lo estuvo, al servicio del país, sigue en el más profundo abandono e improductividad.

Que el señor presidente pese a ser guayaquileño no haya podido valorar su importancia institucional es inexplicable; sin embargo, se nota a leguas que nunca tuvo a su lado a una ministra de Salud que lo inteligenciase al respecto.

Nos queda la gran interrogante respecto al señor vicepresidente que, siendo un médico y cirujano de grandes quilates, no haya podido lograr su rehabilitación, pese a que al momento de su ingreso al poder nos citó en el edificio donde funciona el Gobierno del Litoral para pedirnos que trabajásemos por la restauración de dicha institución, para lo cual nos facilitó un local y puso a nuestra disposición, en calidad de coordinador, al Sr. Dr. Eduardo Herdocia, quien nos acompañó con tesón y diligencia en nuestras reuniones de trabajo.

Luego de varias semanas de laborar intensamente, logramos producir un documento de alto nivel en el que se analizaron tanto los aspectos panorámicos y de toque cosmopolita, así como los legales, estructurales, técnicos y de operatividad, con lo cual el programa de apertura del INH estaba concluido y que entregado al señor vicepresidente, solo bastaba ponerlo en ejecución.

Al Gobierno no le importa la falta de Pentavalente; la carencia de vacuna antirrábica humana, una de la mejores del mundo; la desaparición de la vacuna BCG liofilizada, reemplazada por una líquida de la India; el Registro Sanitario, ahora documental, cuando era integral y garantizaba lo que utilizábamos; la falta de suero antiofídico polivalente propio para tratar a los mordidos de serpiente, que ahora se importa de México o Costa Rica y que no es confiable por su no especificidad; etc. ¡Qué triste comprobar que nos mintieron y engañaron!

Y sigo andando…