Columnas

La ‘sharía’ islámica

La ley islámica, en su vertiente más fundamentalista, incluye como graves faltas la homosexualidad...

Con los graves incidentes ocurridos en Afganistán y los enfrentamientos de Siria, Irán y otros países musulmanes, consideramos necesario hablar de su ley suprema, ya que millones de refugiados se están asilando en Europa, y como expresó Juan Pablo II, en 50 años serán mayoría, pues su tasa de nacimientos es muy superior a la occidental. La ‘sharía’ o ley islámica constituye un código detallado de conducta, de un modo de vida islámico que es más que un sistema de justicia civil o criminal una cuestión de conciencia personal y guía moral de conducta. Es adoptada por la mayoría de creyentes y practicantes musulmanes en distintos grados, pero a diferencia de las orientaciones morales de la Biblia para los cristianos, no solo constituye un código religioso, sino que rige todos los aspectos de su vida.

Ha sido formalmente instituida como ley por ciertos Estados que se definen como Estado islámico. En esos casos, los tribunales de justicia se instituyen como tribunal islámico y velan por su cumplimiento. Algunas de las prácticas clásicas de la ‘sharía’ implican graves violaciones de los derechos humanos. Algunos pueden considerarse crímenes de guerra o de lesa humanidad. Por ejemplo: las guerras religiosas y el uso de civiles como botines de guerra en actos sexuales como esclavos y concubinas.

Las fuentes de la ley islámica son el Corán (recitación), el hadiz (narración), el ijma (consenso) y el ijtihad (esfuerzo). Si el Corán es una revelación divina, los hadices son una recopilación de hechos y dichos de Mahoma, recogidos por algunos de sus compañeros y ciudadanos de la Meca y a los que se atribuye distinto grado de fiabilidad en función de su ‘hadd’, un tipo específico de ofensas, crímenes castigados con penas severas, como la lapidación, azotes y amputación de una mano. Tanto el Corán como la Sunna reflejan este tipo de penas, pero en todas las ocasiones se aplican con condicionantes. Algunos países que viven bajo la ‘sharía’, como Arabia Saudita, aplican las penas mencionadas ante las ofensas. En otros, como Pakistán, no ocurre lo mismo. La mayoría de los países de Oriente Próximo, incluyendo Jordania, Egipto, Líbano y Siria, no ha adoptado las ofensas ‘hadd’ como parte de sus legislaciones estatales.

La ley islámica, en su vertiente más fundamentalista, incluye como graves faltas la homosexualidad, la desobediencia de las mujeres hacia la autoridad del padre o el esposo, las relaciones con infieles (los pertenecientes al mundo no islámico) y el incumplimiento de las normas de vestimenta de las mujeres (hiyab), a las que, en caso de incumplimiento, se considera inmorales y culpables si hay violación.