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Escocia quiere independizarse

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"La decisión escocesa de obtener su independencia es terminante. Pero allí no acaba la cosa por el capricho de imponer el brexit"

El ‘brexit’, duro o suave, tras las largas negociaciones del equipo del primer ministro Johnson y la presidenta del Consejo de la Unión Europea (UE), va a traer consecuencias que no fueron del todo calculadas. El mayor problema es la prohibición de pescar a barcos de la UE en aguas territoriales de Gran Bretaña, considerando que los barcos ingleses sí pescan en el extenso mar bajo jurisdicción de los países europeos.

Los británicos están importando gran cantidad de mercaderías de Europa Occidental antes de que se consuma el ‘brexit’; se están llenando de euros y una buena cantidad de industrias se han movido a Europa, donde tienen sus principales clientes. El Reino Unido (RU) tendrá que negociar con 26 países acuerdos comerciales, según las normas establecidas por la organización comercial de NN. UU.

Pero les puede caer un problema mayor de carácter interno: Escocia, una de las joyas de la corona, quiere independizarse. La primera ministra del Gobierno Autónomo de Escocia, Nicola Sturgeon, expresó que en cuanto acabe la pandemia Escocia debe decidir su futuro y que si Londres se niega a permitir un segundo referéndum acudirá a los tribunales. Esta dama supo ganarse la confianza de sus conciudadanos en los peores meses de la pandemia. Se queja de que nunca fue consultada sobre las negociaciones pos-brexit, y dice que están fuera de la UE contra la voluntad de los escoceses. Aunque demore un tiempo, considera positivo volver a ella.

Como Escocia conforma el RU, el jefe de Estado escocés es la reina Isabel II. Constitucionalmente el RU es un Estado unitario con el Parlamento y el Gobierno. Escocia tiene un autogobierno limitado pero su parlamento no es soberano; no puede cambiar o abolir su sistema de gobierno. Aunque sí tiene autoridad legislativa: en determinados asuntos, la legislación escocesa ha optado por soluciones distintas a las del conjunto del Estado: por ejemplo, educación universitaria y cuidados para ancianos, que son gratuitos para residentes de Escocia y comunitarios europeos, mientras en el resto de RU se debe pagar por ellos.

El Parlamento escocés es unicameral y está compuesto por 129 miembros que duran cuatro años. Tras su elección, este propone a uno de sus miembros para ser ministro principal de Escocia por la reina. El resto de ministros también son propuestos por el Parlamento y aprobados por la reina, y forman el Gobierno de Escocia, es decir, el Poder Ejecutivo escocés.

La decisión escocesa de obtener su independencia es terminante. Pero allí no acaba la cosa por el capricho de imponer el ‘brexit’. A Gibraltar no le faltan ganas y sus habitantes desean mantener el pasaporte de la UE.