Columnas

La frágil política italiana

Con la decisión del presidente, Conte tuvo que hacer las maletas y abandonar el Quirinal y con la aprobación del referéndum, Italia se recorta 345 congresistas “para ahorrar 1.000 millones de euros en 10 años”

Italia, en especial el norte, es uno de los países más afectados por el coronavirus. Se comenta que lo llevaron a Milán hombres de negocios chinos que venían desde Wuhan.

Roma, la ciudad eterna, es la que más turistas recibe en todo el mundo. Ahora está prácticamente cerrada para evitar que se siga expandiendo el virus. Pese al perjuicio ocasionado para la economía italiana por la disminución casi absoluta del turismo, sigue este país adelante y los políticos no han disminuido su actividad reclamando nuevas elecciones, dado el sistema político que los rige, con un gobierno que depende de la mayoría que mantenga en el Parlamento.

Giuseppe Conte actuó como primer ministro con apoyo del presidente de la República, Sergio Mattarella- desde 2019, por segunda vez en 2 años. Como la política en Italia es tan variable, Conte presentó su dimisión este martes, tras recibir duras críticas por su manejo de la pandemia. Luego de su renuncia, Conte esperaba recibir un nuevo mandato del presidente para formar un gobierno más fuerte, después de perder su mayoría en el Senado. Puede parecer mucho, pero, en la historia reciente de Italia los gobiernos no suelen durar más de 13 meses.

Nuevo gobierno

Con la decisión del presidente, Conte tuvo que hacer las maletas y abandonar el Quirinal y con la aprobación del referéndum (que tuvo que ser aplazado por el coronavirus), Italia se recorta 345 congresistas “para ahorrar 1.000 millones de euros en 10 años”. El presidente Mattarella le propuso el cargo de Conte al expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, considerado uno de los italianos con mayor prestigio de las últimas décadas.

Draghi está consciente de las dificultades del encargo, ya que la crisis sanitaria ha tenido graves efectos sobre la vida de las personas, la economía y la sociedad. Él se propone derrotar a la pandemia, completar la campaña de vacunación y relanzar al país en materia económica. Su prestigio aumentó cuando salvó al euro y ahora quiere formar un gobierno técnico con carácter político. A él le distingue su histórica imparcialidad política y su extrema discreción a la hora de hacer comentarios sobre la actualidad del país. Por lo pronto, como buena seña, subió la bolsa y cayó la prima de riesgo italiana.

Ya cuenta con el respaldo del líder de Italia Viva, Mateo Renzi y de los principales partidos políticos. Su nombramiento debe someterse a votación de las Cámaras, convirtiéndose así en el sexto primer ministro desde 2008 sin ser designado por elecciones, aunque algunos partidos menores insisten en que estas se efectúen.