Los lectores estarán debidamente informados de las elecciones que se realizaron en los Estados Unidos. Hasta el momento se considera a Joe Biden como el futuro nuevo presidente, aunque faltan algunos procesos que deben cumplirse. Empecemos por aclarar que el sistema electoral en EE. UU. es de carácter federal. Cada uno de los estados tiene su Corte Federal, que sería como una primera instancia para conocer reclamos de las comisiones electorales y de los colegios electorales. De todos modos, a medida que pasan los días, el reclamo de Trump sobre excesos de votos en distritos con menos votantes no ha tenido mayor acogida. Como nunca, los ciudadanos americanos cuyo voto no es obligatorio, han concurrido a las urnas o se han valido del correo para elegir a su presidente. Consideramos que será difícil alcanzar la diferencia de votos que hay entre Biden y Trump. Superado el asunto, la Corte Suprema manda al Senado de los Estados Unidos el resultado de las elecciones y conjuntamente con los representantes proceden a nominar al presidente electo para su posesión en el mes de enero.

Biden, desde los treinta años, actuó en política y fue elegido uno de los senadores más jóvenes que había tenido el Parlamento. En su vida personal tuvo que superar el accidente de tránsito que mató a su primera esposa y a una hija. Años después se casó con una profesora divorciada, Jill, quien ha sido una fiel compañera que lo ha ayudado mucho en su campaña y que además espera participar activamente como primera dama en materia de educación y en el problema de los inmigrantes.

Los analistas consideran que hay que atribuir el triunfo de Biden a un voto de castigo a Trump, quien perdió ese referéndum, especialmente por el manejo de la crisis del coronavirus, pero no solo por eso. También tuvo peso la fatiga del electorado ante su discurso, que en 2016 resultó novedoso, pero que cuatro años después sonaba repetitivo, sin nuevas propuestas o un programa claro para abordar un segundo mandato.

No obstante, debemos considerar que otro de los factores que le sirvieron para lograr ganar las elecciones fue su binomio, Kamala Harris, hija de un jamaicano y una hindú, con bastante experiencia como senadora, licenciada en Derecho, fiscal del Distrito de San Francisco y fiscal general de California. Es de interés saber que se lanzó como candidata a las primarias del Partido Demócrata y atacó fuertemente a Biden, hasta que optó por retirarse prematuramente de la campaña.

Fueron sus temas favoritos las cuestiones económicas. Ofrecía recortes de impuestos a la clase media, aumento del salario mínimo y la cuestión racial, luchando contra las desigualdades.

A ella se la considera más a la izquierda que a Biden y no se descarta que pueda ser la próxima candidata del Partido Demócrata, cuando acabe el período presidencial, debido a la edad que tendría Biden.

La Constitución de Estados Unidos le da al vicepresidente dos funciones, primero, es el presidente del Senado y tiene voto de calidad cuando el Senado está empatado, y es el primero en caso de sucesión.