Premium

Gobierno de ultraderecha y Apartheid israelí

Avatar del Gaitán Villavicencio

Las consecuencias de estas decisiones tendrán efectos geopolíticos y provocará grandes masacres

Los medios internacionales comentan las decisiones tomadas por Netanyahu por presiones de sus extremistas socios de gobierno, como atacar con toda la capacidad bélica de la fuerza de defensa israelí-FDI la ciudad de Yenín en Cisjordania; reformar las atribuciones históricas del poder Judicial desde el Parlamento controlado por su coalición, que ha provocado grandes movilizaciones sociales; y la continuación de ocupaciones de áreas territoriales con los ‘pogromos’ de colonos, violando resoluciones de NN. UU. y provocando la muerte de palestinos. Se preguntan los medios si estas concesiones a sus socios obedecen a su interés personal de preservar la asociación para protegerse de tres acusaciones comprobadas de corrupción por el fiscal general, actualmente detenidas. Las consecuencias de estas decisiones tendrán efectos geopolíticos y provocará grandes masacres: 1.- El Estado israelí es cada vez más iliberal y autoritario, racista y de postura neonazi. En esta coyuntura impulsa otra fase del proceso de Apartheid. 2.- La ultraderecha quiere “poner fin al concepto mismo de resistencia en la Palestina ocupada” y la aplicación de la “doctrina de cortar el césped” impulsada por FDI y los colonos para someter, expulsar o ‘gazaficar’ a palestinos. Se replantean el Batustán sudafricano, pero como “un modelo para controlar y debilitar a una población nativa en un espacio sitiado, utilizando armas y tecnologías modernas, con gobernantes locales para manejar sus necesidades básicas, a un costo mínimo para la sociedad de colonos que la rodea”. 3.- Esta supremacía territorial y política está impulsada por el ministro Bezald Smotrich, del sionismo religioso, encargado de Cisjordania; el Alfred Rosenberg israelí, partidario de los asentamientos de colonos, de la separación de salas de maternidad para judías y árabes, que califica a las organizaciones de DD. HH. como amenazas existenciales. El otro promotor es el ministro de seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, el Himmler israelí, condenado por racismo y apoyo a una organización terrorista; él ostenta un poder sin precedentes al controlar una unidad de policía fronteriza en Cisjordania y a la Policía nacional dentro de Israel.