79 asesinatos en un día

Avatar del Gaitán Villavicencio

Este complejo e incierto contexto se agudiza porque los amotinamientos y crímenes destacan, claramente, “la ausencia del Estado” en las prisiones...

Los amotinamientos del 23 de febrero en 4 prisiones, que abarcan 70 % de la población penitenciaria nacional, de 3 ciudades (Guayaquil, Cuenca y Latacunga), de manera programada y sincronizada, son actos sanguinarios y vesánicos, repudiables y que no pueden quedar impunes. No deben archivarse, como ha ocurrido siempre en estos casos bajo los justificativos de “guerra entre bandas criminales” o “ajustes de cuentas entre delincuentes”. La ciudadanía exige a la Policía, a los guías penitenciarios y a la Fiscalía que identifiquen a los líderes de estas crueles matanzas para evitar la “mexicanización” de nuestras cárceles y sociedad. La violencia entre presidiarios no es un asunto nuevo en nuestro sistema penitenciario-SPN, lo que sucede es que en estos últimos años los enfrentamientos, amotinamientos y crímenes se han incrementado por factores internos como la incapacidad del gobierno de Moreno, la desaparición del Ministerio de Justicia y la desinstitucionalización del SPN, el gran hacinamiento en los penales, el bajo número de guías penitenciarios para vigilancia y control de la sobrepoblación carcelaria, total incumplimiento gubernamental para financiar planes de rehabilitación y ampliación del SPN; y las mafias que controlan el abastecimiento de medios de comunicación, licores, drogas y otros lujos en las prisiones con pingues ganancias, etc. Como causas externas tenemos: la globalización de las mafias, el crecimiento de la narcoeconomía regional, la post-paz colombiana y las alianzas entre cárteles regionales y bandas criminales locales. Este complejo e incierto contexto se agudiza porque los amotinamientos y crímenes destacan, claramente, “la ausencia del Estado” en las prisiones, provocada por la incapacidad del Gobierno, principalmente de los exministros María Paula Romo y Richard Martínez, quienes nunca fueron sancionados políticamente por la Asamblea al respecto. Además, el director del SNAI señaló que desde el 1 de agosto de 2019 su institución únicamente ha aplicado la “desvinculación de servidores”; he aquí la austeridad del morenismo y FMI.