Gaitán Villavicencio | Confrontaciones, protesta social y consulta nacional
En algunos casos viola la Constitución o rompe la institucionalidad estatal, como en su bronca con la CC
En un escenario nacional conflictivo, complejo y cambiante, la línea cronológica la iniciamos desde el 14 de mayo, cuando se instaló la nueva AN hegemonizada por el oficialismo, que copó la presidencia, el CAL y la mayoría de las comisiones; mientras el gobierno reelecto en su triunfalismo, calcando al modelo correista, se enseñoreó en los otros poderes del Estado salvo en la Corte Constitucional-CC. En alrededor de cuatro meses logró hacer aprobar seis proyectos de ley de urgencia económica, con graves fallas de forma y fondo, que son denunciados, por actores políticos y sociales nunca tenidos en cuenta en los debates, como inconstitucionales ante la CC.
Como una forma ya conocida de su poder provocó una serie de confrontaciones que expresan cual dios Jano, su doble cara, la una la del presidente, que lo torna intocable, y la otra la del gobierno de ADN, que asume todos los embates cotidianos de lo político, como destacó Nicos Poulantzas.
En un contexto de descomposición social y creciente incertidumbre colectiva incrementadas por los diversos enfrentamientos del gobierno Noboa, como estrategia del poder, con los GDO, los alcaldes (Guayaquil, Quito y Cuenca) y prefectos de estas provincias, partidos políticos, la Conaie, ambientalistas, ONG, defensores de DD. HH, entre otros; y como táctica política responderá verbalmente, por X, decretos de gobierno o proyectos de ley, pero nunca dejará de manifestarse provocadoramente. En algunos casos viola la Constitución o rompe la institucionalidad estatal, como en su bronca con la CC. Inclusive, en el fragor del conflicto político propuso al CNE la convocatoria a una Consulta Popular que implicaría una Asamblea Constituyente.
En el coyunturalismo gubernamental, ante la crisis fiscal y para satisfacer una exigencia de la carta de intención suscrita con el FMI derogó el subsidio universal al diésel, ya que por ello recibirá un préstamo de $ 600 millones y, además, más reconocimiento de Trump. Frente a la protesta social que suscitó la medida por parte de la Conaie y otros movimientos sociales, trasladó la capital a Latacunga, facilitó la militarización y represión, y en un alarde de más populismo creó una retahíla de bonos para desmovilizar a los transportistas y campesinos. Continuamos.