Gaitán Villavicencio | Comunicación y cambios legales

A nivel de la comunicación social, Noboa sabe aprovechar los momentos adecuados para presentar sus propuestas
En más de dos meses de la nueva administración de Noboa, debido al control total de la AN y otras funciones del Estado y al faccionalismo de una oposición sin liderazgo, ha impulsado aceleradamente cambios legales gracias al envío de varias leyes de urgencia económica de formato trole, que irrespetan la unidad de materia y el desacato de elementos de forma y contenido, pero que han sido aprobadas por una mayoría, con ausencia de debates por sus asambleístas, casi a la carrera, y el impedimento del uso de la palabra por parte de la presidencia a los opositores; se puede decir que han sido admitidas tal como la envió el Ejecutivo. Además, estas leyes se aprueban en un contexto en que prevalece el criterio del presidente, no se aceptan críticas ni disensos. Destacando que Noboa presenta una confusión ideológica-política, al inicio de su pasantía presidencial se autodefinió como socialdemócrata pero su praxis política destacó que es un sujeto de derecha, cuyos referentes son Trump, Milei y Bukele. Ahora lo redefinimos como un libertario influenciado por prácticas del nacional-populismo. También está mostrando cotidianamente que es un gran comunicador hacia la población con sus cortos mensajes, pero un pésimo comunicador gubernamental, que expresa una desvinculación manifiesta entre propuestas y logros que intentan superar, sin alcanzarlo, con la propaganda y las cadenas nacionales, incluso con una vocera oficial. A nivel de la comunicación social, Noboa sabe aprovechar los momentos adecuados para presentar sus propuestas, por ejemplo, como a partir de la denuncia pública de violación a una menor de edad por el exasambleísta Díaz, de la RC, planteó como sanción a este delito la castración química, desconociendo qué implica su ejecución. Por ello, los títulos de las cuatro leyes aprobadas hacen referencia a la lucha contra la violencia del crimen organizado y la inseguridad colectiva y no han generado ni oposición ni movilización política. Por ello es creador e impulsador de nuevos relatos que tienen todavía credibilidad, 48,2 %; aunque la luna de miel se pueda romper por errores como el recambio partidista de la burocracia pensando en las próximas elecciones seccionales.