Editorial | La grave paradoja que vive el agro
Ecuador ha alcanzado niveles históricos de exportación de cacao; este éxito ha convertido a cacaoteros en blancos del crimen
El sector agrícola ecuatoriano vive una contradicción que amenaza su futuro. Mientras las cifras macroeconómicas celebran un año récord en exportaciones agrícolas que han inyectado divisas vitales a la economía nacional, la realidad en el campo cuenta una historia diferente. Los productores enfrentan una pesadilla de inseguridad que carcome sus ganancias y pone en riesgo la sostenibilidad de sus operaciones.
El caso del sector cacaotero ilustra esta paradoja. Ecuador ha alcanzado niveles históricos de producción y exportación de este cultivo que se posiciona como referente mundial en calidad; sin embargo, este mismo éxito ha convertido a los cacaoteros en blancos del crimen organizado. Las extorsiones han proliferado y los productores se ven forzados a entregar parte de sus ganancias legítimas a grupos delictivos, creando un sistema en el que el éxito en la agricultura termina financiando la criminalidad.
Ecuador no puede permitir que su vocación agrícola y su futuro económico se vean afectados. El Estado debe extender urgentemente su presencia policial más allá de las zonas urbanas hacia estos territorios rurales abandonados. Sin seguridad en el campo no habrá inversión en infraestructura, no se expandirán las siembras ni crecerá el sector, ni el país.