Comentarios durante un escrutinio

"Este sistema electoral ha funcionado durante 2 siglos y medio, y podría mejorarse si hay un consenso político"
Cuando escribimos este artículo aún no se conoce, con certeza, salvo como posibilidad, al ganador de las presidenciales en EE. UU., pero los medios de comunicación y estados destacan que el exvicepresidente Biden registra 253 votos electorales y el presidente Trump 214 (viernes 6, 7h00). Lo que significa que más próximo a llenar los 270 votos está Biden, pero nada está asegurado en unas elecciones tan reñidas y conflictivas; y en una coyuntura global tan especial como esta. La formación social estadounidense, con su vasta territorialidad, antigüedad político-institucional y pesados problemas estructurales, se encuentra hoy afectada por una triple crisis: la económica (caída del PIB y creciente desempleo abierto) y social (injusticia racial, persecución a migrantes, ‘homeless’, etc.); sanitaria, por la pandemia del coronavirus (los más altos niveles de infectados y mortalidad por COVID-19 a nivel mundial y problemas de atención hospitalaria); y política (ascenso de un populismo nacionalista de características supremacista racial, autoritario, ultraderechista y represivo). Electoralmente, es un país con alrededor de 150 millones de votantes y votos que hay que procesar y escrutar, con 51 sistemas legales y reglamentarios diferentes pero específicos, y la ausencia de una autoridad nacional, con tres diferentes formas de votación (presencial, anticipada y por correo). Conformado por un sistema eleccionario estadual con un doble componente, el voto popular y el voto del Colegio Electoral, donde el primero condiciona al segundo, pero este decide, o elige, en última instancia. Con varios procedimientos de conteo de votos por el tipo de votación, desde máquinas electrónicas (votación presencial) hasta operaciones manuales (las votaciones anticipadas y/o por correo), por ello la larga duración de los escrutinios en algunos estados. Este sistema electoral ha funcionado durante 2 siglos y medio, y podría mejorarse si hay un consenso político. Lo importante a destacarse, en la circunstancia de una inflexible pandemia es la gran participación de la ciudadanía en el proceso electoral, la más alta desde 1900, según varios historiadores, en un país altamente polarizado.