De vuelta al ruedo

Y hoy todos los católicos a las iglesias a vivir su Miércoles de Cenizas
La alegría de disfrutar los carnavales en nuestro país ha sido de siempre. No tendrá esta celebración un plato típico como la colada morada en el Día de los Difuntos o la fanesca de Semana Santa, pero nos preparamos entre familiares y amigos con todos los juguetes para cuatro días de sana diversión: espumas de carnaval, globos, papel pica-pica y el clásico balde que llenamos de agua para mojar al primer descuidado.
Todo se prestó este feriado para disfrutar los días de asueto. Ya no dependemos del color de un semáforo ni de medidas restrictivas y pese a que la pandemia aún no ha desaparecido, la peor parte de la tormenta ya pasó (eso esperamos). Sin embargo las medidas de bioseguridad, como el uso de alcohol y mascarillas seguirán vigentes hasta nuevo aviso.
La reducción del IVA para actividades turísticas fue un ‘plus’ necesario por parte del Gobierno para ayudar en algo al sector turístico y hotelero, que la vieron color de hormiga los dos últimos años que nos tocó vivir entre encierros y prohibiciones.
Los balnearios fueron los lugares preferidos en este feriado para que los visitantes olvidaran un poco el estrés de la rutina diaria. Ciertas ciudades de la Sierra ecuatoriana son parada obligatoria en estas celebraciones, pero lastimosamente la madre naturaleza nos ha jugado una mala pasada con las lluvias, que han causado el colapso de algunas carreteras interprovinciales.
Y el retorno, como siempre, de miles de ciudadanos a sus hogares, dejó la postal de todos los feriados: caravana de carros saliendo de las distintas playas de nuestro país, pero como sarna con gusto no pica, felices avanzaron lentamente a su destino final. Empezamos esta corta semana recargados por estos días de asueto, esperando con los dedos cruzados que con tanta celebración, lejos de medidas restrictivas y distanciamientos obligatorios, no aparezca una nueva ola de contagios de COVID, como sucedió en el feriado de fin de año, que asustó a más de uno. Con los bolsillo gastados y contando las monedas para llegar a fin de mes, damos por culminado uno de los feriados más largos del 2022. Y hoy todos los católicos a las iglesias a vivir su Miércoles de Cenizas.