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Pistola para todos

Avatar del Fernando Cazón

Los muertos por sicariato nos llueven a diario y esta violencia generalizada afecta el normal desenvolvimiento de las actividades, obstaculizando aún más la deseada reactivación económica

Parece que a veces cuesta aprender de los errores ajenos y es necesario tropezar con nuestras propias piedras para comprender la magnitud de ciertas malas ideas. La insistencia de la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, de querer ver con buenos ojos el derecho de tenencia de armas para todos, como una salida a la ola de violencia que está viviendo el país, en especial la provincia del Guayas, que repunta con la mayor cantidad de muertes violentas a nivel nacional, nos hace creer que su memoria podría estar nublada.

Solo basta recordar los hechos en Estados Unidos que dan por el derecho que tienen todos sus ciudadanos de portar un arma. El gran país del norte es número uno a nivel mundial en matanzas y tiroteos. Niños, adolescentes o personas con algún trastorno mental han sido protagonistas de las peores y más sangrientas matanzas, asesinando por enojo, depresión, venganza y hasta por sentirse rechazados, utilizando armas que fueron compradas libremente.

Pero Viteri, en el proyecto de Ley por la Vida y Protección Ciudadana que presentó este fin de semana durante la sesión solemne por los 201 años de Independencia de Guayaquil, no toma en cuenta las malas experiencias ajenas. Y esta idea loca puede ser el grito desesperado de su parte a un problema que hasta el día de hoy no tiene solución, por donde se lo mire. Finalmente, dijo que se harían exámenes exhaustivos por parte del Ministerio de Defensa a las personas que opten por tener una pistola, y todos sabemos cómo esto podría acabar.

Es que la violencia no se erradica con violencia. Tener una pistola en mano implica responsabilidad por parte de quien la obtiene y por parte de quien autoriza su posesión.

El Gobierno, en lugar de estar dándole vueltas al asunto de la violencia en el país, debería, sobre la marcha, crear una ley radical para cortar de raíz esta “mala hierba”. Porque “barco varado no gana flete”. Los muertos por sicariato nos llueven a diario y esta violencia generalizada afecta el normal desenvolvimiento de las actividades, obstaculizando aún más la deseada reactivación económica.