¿Qué haría usted?
Seguramente inversionistas financieros internacionales querrán saber si el nuevo gobierno volverá a tocar las puertas de un nuevo programa con el FMI
Terminan las charlas o los conversatorios, sea con empresarios o estudiantes y la pregunta es la misma. Si pudieras recomendar algo al Gobierno, ¿qué sería? Las respuestas seguramente serán variadas, dependiendo de qué tan cerca se encuentre el pizarrón. Mientras más teórico, la respuesta va en el sentido de recortar el gasto, en especial el corriente. La nómina, la nómina, dirían algunos. Claro que suena como lo que hay que recomendar, ya que de los USD 27 mil millones que totaliza el Gasto en el Presupuesto del Estado (sin amortizaciones de deuda), la nómina bordea los USD 10 mil millones y es el más importante de los gastos corrientes, pero ha demostrado su rigidez al momento del ajuste. Es muy complejo recortar profesores o doctores, incluso personal de seguridad, que son los tres sectores que en conjunto representan el 79 % de la nómina, y probablemente necesiten algo más de personal para atender adecuadamente sus tareas.
La baja ejecución del Plan Anual de Inversión (PAI) ha sido la respuesta para evitar que el Gasto se vaya fuera de control. Ya era una mala alternativa no incrementar el Gasto de Inversión en el Presupuesto frente al año anterior. Habiendo transcurrido la mitad del año, la ejecución del PAI no llega ni a la cuarta parte de lo presupuestado.
La baja ejecución del primer semestre del año solo sirve para patear la ‘pelota’ para los siguientes meses, y la ‘factura’ la recibimos con la ausencia de crecimiento económico para el presente año y las señales de malestar que se generan al ver que de USD 40 millones de presupuesto de Inversión en el Ministerio del Interior se han ejecutado USD 50 mil, o solo USD 67 millones de USD 300 millones del Plan de Inversión del Ministerio de Transporte. Cuando en septiembre el Banco Central del Ecuador presente su nueva estimación de crecimiento del PIB y tenga que bajar el actual 2,6 % encontrará razones en tan mala ejecución.
Seguramente inversionistas financieros internacionales querrán saber si el nuevo gobierno volverá a tocar las puertas de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y pocos de los opcionados tendrán esa alternativa en mente. Podría haber una ruta intermedia. Una cercanía con el FMI que permita conseguir financiamiento, pero alejado de un plan de ajuste severo como el último, que se lo sintió más por la coincidencia con la pandemia, que a la larga le pasó factura política al Gobierno.
La rigidez del gasto obliga a ver hacia los Ingresos, pero difícilmente pensar en aumentar impuestos. Parecería que hay espacio para otra “última” remisión tributaria que genere ingresos al fisco por el incentivo de disminuir intereses y multas en procesos en discusión con el SRI.
Dependiendo del precio del crudo debería existir espacio para focalizar combustibles, en especial el diésel, sin afectar áreas críticas sociales y de exportación.
Algo habrá que hacer con el diferencial del precio de nuestro crudo de exportación con el precio WTI, que se conoce como castigo. En el primer semestre del año pasado fue de 8 dólares y ahora es de 12 dólares. Exportamos al año 120 millones de barriles y ese ‘extra’ castigo implica una merma de USD 500 millones anuales en ingresos de exportación.
Subir producción también forma parte del qué más hacer. Y usted, ¿qué haría?