El Gobierno no llega aún a los seis meses de gestión y se pueden contar varios logros en este corto tiempo.

De atrás para adelante, el acuerdo con el FMI, la consulta con resultados favorables en el campo de seguridad, el rompimiento de su acuerdo legislativo, el enfrentamiento a la delincuencia con apoyo de las Fuerzas Armadas, al menos cuatro leyes económicas urgentes y el acuerdo de gobernabilidad.

La curva de aprendizaje de algunos de sus ministros nos ha traído complicaciones, la más visible en el sector eléctrico, al no haber enfrentado adecuadamente los apagones causados por falta de lluvia que venía desde el estiaje del último trimestre del año anterior.

Hoy los incendios se están apagando en buena parte por las lluvias que han dado un respiro temporal, brindando oportunidad para ir identificando alternativas para la electricidad que hace falta. Van desde las tradicionales barcazas hasta el aprovechamiento de los casi 70.000 barriles por día de residuos que dejan las tres refinerías del país, que permitiría rápidamente brindar un aporte al déficit de generación en el que podría participar activamente el sector privado. Luego les cuento el nombre del experto que lo planteó.

Han transcurrido los primeros cuatro meses del 2024 y se pueden ir evaluando algunas cifras que van marcando tendencia a la espera de que se intente corregir el rumbo.

En la parte fiscal, los resultados se generan a diario. Hasta abril los ingresos por impuestos recibidos en el Ministerio de Finanzas sumaron $ 5.647 millones (M) que fueron $ 20M menos que un año atrás y $ 23M por debajo de los impuestos recibidos en 2015.

¿Qué tipo de impuesto destaca en estos cuatro primeros meses?

El Impuesto a la Renta, que en dólares acumula $ 2.113M y supera incluso lo alcanzado en 2019. No ocurre lo mismo con el IVA recaudado por el SRI a comercios locales, que con sus $ 1.430M se queda por debajo de lo alcanzado en 2019 y 2020. Sobre este impuesto conversaremos durante el mes de mayo para ir observando el impacto de sus tres puntos adicionales.

De los gastos muy poco que destacar, siguen marcando récord histórico al alza, tanto en nómina ($ 3.,077M), transferencias por bonos y a la seguridad social ($ 1.781M), así como en intereses de deuda pública ($ 1.086M). Aquel que debería crecer es el llamado gasto de capital, que agrupa los recursos que reciben los GAD y la Obra pública, y con sus $ 1.047M es el más bajo de últimos 15 años.

En este primer cuatrimestre las “facturas recibidas” (gasto devengado) por el Plan Anual de Inversión apenas llegaron a $ 79M de los $1.700M que se espera hacer en año completo. Dos años atrás llegó a $ 138M y el año pasado a $ 283M.

Sí, muchos sabemos que la razón es la escasa cantidad de dinero con que se cuenta y los enormes $ 5.000 millones de atrasos con los que iniciaron el año y se hacen esfuerzos en ir reduciendo, a los cuales se les van sumando otros $ 1.600M de atrasos hasta abril, de los cuales cerca de $ 600 recaen en la seguridad social por el atraso en el pago del 40 % de subsidio en jubilación. Y eso que es el que nos presta buena parte de los $ 2.800M de bonos de deuda interna colocada en este primer cuatrimestre del año.