Contra viento y marea

En este nuevo intento se revela la sed de poder de aquellos que no lograron detentarlo en las urnas
La tragicomedia continúa y vamos de tumbo en tumbo, de tongo en tongo. Pasamos de la novela de El Padrino a la del Gran Padrino; del informe de la Policía Nacional, archivado tiempo atrás, al Gran Informe que busca sensacionalismo; pasamos del informe de la Fiscalía, con el emblemático título: Caso Encuentro, al informe de la Comisión Ocasional de la Asamblea, que causa vergüenza a juristas y legos, basado en tuits, memes y suposiciones, en datos mezclados con fantasiosas elucubraciones.
El objetivo es el mismo, es el de siempre; el mismo desde que perdieron las elecciones, el mismo desde que se rompió el pacto, el mismo desde el inicio del mandato: tumbar al Gobierno a cualquier costo, contra viento y marea, a como dé lugar. Ya lo intentaron antes, tanto en la Asamblea como en las calles, y no pudieron. Contrasta la ineficacia política de este Gobierno con su capacidad de salir airoso de los constantes embates de sus opositores; opositores que se encuentran en todos lados, pues quizás la habilidad más destacable que ha demostrado es ganarse enemigos en todas partes.
La fórmula no es nueva, es la vía con la que se derrocó a los expresidentes Bucaram, Mahuad y Gutiérrez. Lo que ha cambiado es la Constitución; ya no se puede sacar presidentes arbitrariamente, ahora hay un proceso reglado.
La debilidad del Gobierno y la poca experticia política lo convierten en un blanco fácil, reactivo, temeroso, que se sostiene gracias a la (escasa) institucionalidad que queda en el país.
En este nuevo intento se revela la sed de poder de aquellos que no lograron detentarlo en las urnas. Desde su origen pueden palparse los protervos intereses al conformarse una comisión “multipartidista”, conformada por correístas, afines, infiltrados y disfrazados, y apenas un famélico asambleísta oficialista que tuvo que corregir su voto al no percatarse de qué estaba votando.
Esta Comisión Ocasional buscaba investigar el llamado Caso Encuentro, los nexos del narcotráfico albanés con las esferas de poder, pero de esta, solo un individuo era de su interés: el presidente de la República.
Manipulando la información, tergiversando las historias tomadas de las novelas y los tuits, y torciendo las leyes, esta comisión presenta un informe en cuyo borrador hasta la figura de traición a la patria quería ser endilgada al presidente. El resultado final, cual mito de Procusto: al no poder ajustar el accionar del mandatario al tipo penal, la comisión buscó adecuar el tipo penal a la conducta del presidente.
Se hace evidente la necesidad de investir de legitimidad el insaciable deseo de derrocar al presidente mediante un burdo golpe de Estado. Más cuando una asambleísta, miembro de la comisión y representante de la FaRC (Familia Revolución Ciudadana), no tuvo reparos en declarar “el juicio político va por que va”, como si el pronunciamiento de la Corte Constitucional no fuese necesario, o como si este fuese a ser tan laxo y ladino como su informe. Este será la piedra en el zapato para los golpistas, quienes ya amenazaron “va por que va”. Si este esfuerzo político por disimular la intentona golpista no funciona, dirían ellos, “tenemos las calles”.