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Lo último que se pierde es la esperanza

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Hoy rezo para que su ejemplo inspire las actuaciones de muchos más.

Ecuador enfrenta una coyuntura social y política dramática. Los hechos acontecidos durante los últimos meses y concluidos con la muerte cruzada son el reflejo de la imperiosa necesidad de un cambio radical. Toda crisis es una oportunidad para hacer de la necesidad virtud.

Ecuador sufre la inestabilidad provocada por las embestidas de la brisa bolivariana que tanta muerte y miseria ha traído a la región.

Un resultado electoral dentro de seis meses adverso a los defensores de la democracia, la libertad y el Estado de Derecho tendría consecuencias dramáticas sobre los derechos y el bienestar del pueblo ecuatoriano, pero muy especialmente sobre las familias y personas más necesitadas.

Los gobiernos del cartel del Foro de Sao Paulo y del grupo de Puebla han convertido naciones antaño de promisión en tierras de hambruna, necesidad extrema y desesperación, particularmente para los pobres y para las comunidades indígenas. Venezuela y Cuba encabezan el ‘ranking’ de la vergüenza en el que también están naciones como Nicaragua, Honduras y recientemente Bolivia.

La bota de los narcogobiernos aplasta a sus pueblos mientras que promete un paraíso que nunca ha existido ni existirá, salvo para sus dirigentes.

En esta hora el pueblo de Ecuador necesita unión en torno a un liderazgo conocedor de las necesidades de los ecuatorianos, valiente, aferrado al presente y a la verdad. Buscarlo, encontrarlo y apoyarlo debería ser la prioridad de todos los líderes políticos y civiles. Desde la humildad, la generosidad y la búsqueda del bien común se puede generar la respuesta que esta crisis necesita.

Conozco bien a muchos líderes y sé que en el pasado sus actos y decisiones fueron virtuosas, sirvieron con honor y discreción. Hoy rezo para que su ejemplo inspire las actuaciones de muchos más.

Por ello, como dijo Winston Churchill: “unidos somos invencibles, divididos caeremos”. Solo unidos, como pueblo y como nación, se puede enfrentar las amenazas que acechan y construir un futuro más próspero y libre para Ecuador.