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Las tareas pendientes

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El mensaje del gobierno será clave. Contar con recursos no es suficiente, utilizarlos oportunamente sin necesidad de gastar más podría servir en esta etapa

Muchas veces gastamos tiempo en los análisis y diagnósticos para determinar qué causó tal o cual problema y no destinamos suficiente atención a las tareas pendientes, a esas que en las empresas mejorarán la valoración del negocio en marcha, o para el gobierno, en aquellas que permitirán sintonizarse con las expectativas que tiene la población y mantendrán el nivel de aprobación política.

En dos días se presentará el informe a la nación en que seguramente volveremos a escuchar lo bien que nos fue con el plan de vacunación, lo duro que ha sido recortar el déficit fiscal, lo complicado que es enfrentar la delincuencia organizada para mantener al país alejado de las garras del micro y narcotráfico, que los impuestos solo se incrementaron para los ricos y que la plata del financiamiento del presupuesto se ha conseguido en excelentes condiciones, que casito se vende el Legacy y que estamos en buen camino para arrancar a dispensar medicinas en redes de farmacias privadas para los afiliados al Seguro Social.

La lista seguramente es mucho más larga y seguramente hay también muchas cosas positivas adicionales que se han logrado, sin embargo, ojalá se pudiera destinar más tiempo a conocer qué se hará para mejorar algunos temas adicionales como el empleo ante la dificultad política que no ha dado paso a leyes que buscaban mejorarlo a través de incentivos a la inversión y nuevas formas de contratación.

Será importante conocer las líneas rojas y los pasos que se estén dando para lograr la aprobación de un código laboral acorde a las épocas actuales sin afectar a la gran masa laboral cuyo sueldo con las completas alcanza a soportar la canasta básica familiar.

La actividad económica, que recién a inicios del año 2023 llegará a niveles del año 2018, también requiere de un enorme empuje. El sector privado debe ponerse la camiseta para incidir en un mejor crecimiento económico que genere empleo y ayude en la reducción de la pobreza. Se ha venido pidiendo hace años la eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas para eliminar el ruido que este causa a los inversionistas internacionales a quienes se los quiere atraer. Se debería acelerar la reducción y comunicar, palabra clave para el futuro, hasta qué nivel lo dejará el actual gobierno y para cuándo.

El mensaje del gobierno será clave. Contar con recursos no es suficiente, utilizarlos oportunamente sin necesidad de gastar más podría servir en esta etapa.

Las tasas de interés locales son quizás de las más complejas al momento de enfrentar expectativas. Siempre se las percibirá como elevadas, es incomprensible que algún pequeño negocio soporte, en el largo plazo, tasas sobre el 20 %, aunque sepamos que les iría peor con el 'chulco'. Los costos transaccionales que justifican esas elevadas tasas de interés deben ir disminuyendo con el apoyo de la tecnología y aquellos que cumplan puntualmente y se ordenen deberían tener grandes incentivos de reducción de su costo financiero.

Es mal momento de hablar de reducir tasas de interés en épocas de elevada inflación y alto riesgo país, estos últimos, dos temas también forman parte de las tareas pendientes para los próximos años del actual gobierno y de cómo lo corregirán quisiéramos escuchar mucho más.