Jaime Izurieta Varea | Un Ferrari en el quirófano
Para aplicar estas lecciones en la construcción de mejores ciudades, hay que comprender que la innovación es un proceso
Hace un par de décadas, el hospital pediátrico de Great Ormond Street en Londres encontró que un punto crítico de falla en sus procedimientos estaba resultando en altos niveles de mortalidad. Las cirugías cardiacas se realizaban sin fallas, pero el traspaso de los pacientes desde el cuidado del equipo cardiaco al equipo de intensivistas tenía un alto nivel de complicaciones.
Luego de haber intentado, sin éxito, un sinfín de estrategias para revertir esa tendencia, dos médicos tuvieron una epifanía durante un receso en el que miraban la televisión.
En la pantalla, una carrera de Fórmula 1 mostraba la impecable ejecución de los equipos de Pits, que realizan varias actividades en perfecta sincronización. El paralelismo les impactó, ya que ambos escenarios implican transferencias de alto riesgo bajo presión, donde cualquier error podría ser fatal.
Los médicos se pusieron en contacto con los equipos de McLaren y Ferrari, visitaron el mítico cuartel general de Ferrari en Maranello para observar de cerca los pit stops y aprender sobre coreografía, anticipación de riesgos mediante análisis de modos de fallo y comunicación verbal mínima.
A cambio, el personal del hospital grabó sus traspasos y mostró las imágenes a los directores técnicos de F1. Los mecánicos analizaron y describieron el proceso médico como ruidoso, sin liderazgo claro y desorganizado, con demasiadas personas hablando al mismo tiempo y sin una secuencia definida.
Años después de modificar el proceso siguiendo las recomendaciones de los equipos de boxes, un estudio comparó los procedimientos antes de la implementación con el rendimiento posterior. Los errores técnicos bajaron. Las omisiones de información se redujeron. El tiempo empleado en los procedimientos vio una ligera reducción, y una mejora en las puntuaciones de trabajo en equipo.
Para aplicar estas lecciones en la construcción de mejores ciudades, necesitamos comprender que la innovación siempre es un proceso, y que las soluciones más innovadoras usualmente llegan desde los lugares más sorprendentes.