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El lado bueno de la inflación en EE. UU.

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Si el efecto ingreso es mayor, hay que aplastar la inflación; pero si el efecto riqueza es mayor, entonces se puede fomentar un poco de inflación’.

La ansiedad por la inflación, entre ciudadanos y entre políticos, estuvo últimamente en sus niveles más elevados. En Estados Unidos el aumento interanual de los precios para el consumidor llegó a 7,5 % en enero, la tasa más alta desde febrero de 1982. Si el ingreso de la gente aumenta menos que esta tasa, su ingreso real cae y no pueden comprar tanto como antes. Es el efecto ingreso de la inflación. Pero como mostré en una reciente investigación, la inflación tiene un lado positivo. En las últimas décadas fue de gran ayuda para la situación patrimonial de los hogares de clase media en EE. UU. y ayudó a mitigar el aumento general de la desigualdad en la riqueza. Este es el efecto riqueza de la inflación y funciona así: si usted tiene $ 100 en activos y $ 20 en deuda, su patrimonio neto es de $ 80. Supongamos que la inflación es del 5 % anual y el valor nominal de sus activos aumenta al mismo ritmo (los precios de los activos como vivienda tienden a ajustarse en línea con la inflación). Entonces, en términos reales, el valor de sus activos se mantiene sin cambios, pero su deuda es ahora 5 % menor. Por lo tanto, el valor real de su patrimonio neto aumenta a $ 81, 1,25 %. Cuanto mayor es la relación entre deuda y activos, mayor es el aumento porcentual del patrimonio neto por la inflación. Es el efecto apalancamiento: si en el ejemplo anterior su deuda hubiera sido de $ 40 en vez de 20, su patrimonio neto hubiera entonces aumentado el 3,3 %. En EE. UU. la clase media (el hogar medio) está mucho más endeudada que los muy ricos (el 1 % que más gana). En 2019 la proporción de deuda total de los hogares frente al total de sus activos para la clase media era del 36,5 %, comparada con solo el 2,3 % de los muy ricos. En términos de patrimonio neto la clase media se beneficiará mucho más con la inflación que los ricos. De igual modo, los hogares de negros e hispanos en EE. UU. están mucho más endeudados que los de los blancos, su relación entre deuda y activos es casi tres veces mayor. En términos de riqueza, al menos, ambos grupos se beneficiarán mucho más con la inflación. Uno de los elementos distintivos de la política monetaria estadounidense desde principios de la década de 1980 fue una inflación moderada, en promedio del 2,5 % anual entre 1983 y 2019 (el período que estudié). Junto con esta tendencia hubo un aumento en la desigualdad de la riqueza en EE. UU. Para medir esto, usé la proporción entre la riqueza del 1 % superior en la distribución de riqueza y la media (es decir, la riqueza del hogar promedio). Entre 1983 y 2019 esta proporción más que se duplicó (desde un punto de partida ya alto, de 131,4, hasta un impresionante 273,8). ¿Debe la Reserva Federal estadounidense tratar de limitar la inflación o adoptar una postura más relajada? Aunque la desigualdad en la riqueza se disparó, la inflación en realidad fue un factor mitigador, porque ayudó a la clase media mucho más que a los superricos. En términos netos, benefició a la clase media y afectó negativamente a los adinerados. Ayudó a limitar la desigualdad en general y las brechas racial y étnica. Quienes se preocupan por la reciente suba de inflación debieran tener esto en cuenta al evaluar si deben limitarla y en qué medida.