Ibrahim Matola | Energía solar aislada para transformar una economía

Alrededor del 10 % de los nuevos sistemas solares domésticos se están utilizando para generar ingresos
Al igual que muchos países africanos, Malawi enfrenta grandes desafíos en el acceso a la energía. En 2024, solo 26 % de la población tenía acceso regular a la electricidad: 11,3 % a través de la red y el 14,6 % mediante sistemas aislados. Con una población rural y dispersa, expandir la red eléctrica resulta costoso, lento y muchas veces inviable. Además, las crisis económicas recientes han limitado la inversión en infraestructura. Esto ha significado que millones de malauíes vivan en oscuridad tras la puesta del sol. Los niños tienen dificultades para estudiar, los negocios cierran temprano y la vida comunitaria se detiene. Muchos hogares dependen de velas, querosén o linternas a pilas: soluciones caras, contaminantes y peligrosas.
Sin embargo, las tecnologías de energías renovables distribuidas (ERD) -como linternas solares, sistemas solares domésticos y minirredes- ofrecen una alternativa viable. Son soluciones sostenibles, de instalación rápida y adecuadas a los ingresos de los hogares. Estas tecnologías están impulsando el desarrollo económico: permiten que negocios operen de noche, crean empleo en el sector de energía limpia y abren oportunidades en educación, salud y agricultura.
Para aprovechar este potencial, el gobierno de Malawi lanzó en 2023 el Fondo Ngwee Ngwee Ngwee (NNNF), con 20 millones de dólares del Banco Mundial, como parte del Proyecto de Acceso a la Electricidad. El fondo ofrece financiación y subvenciones a empresas solares fuera de la red, ayudando a reducir costos para los consumidores y hacer los sistemas más asequibles.
Con un enfoque en sistemas solares de nivel 1, el NNNF ya ha superado su meta de electrificar 250.000 hogares antes de junio de 2025. Además, el 10 % de los nuevos sistemas se usan para generar ingresos mediante pequeños negocios.
Este éxito ha atraído inversión privada. Empresas como Zuwa, Yellow y SolarAid Malawi ofrecen sistemas solares de pago por uso que se adaptan a los ingresos rurales y atienden a clientes sin cuenta bancaria. Gracias a estos esfuerzos, Malawi espera alcanzar 1,55 millones de conexiones aisladas para 2030.
Además, cooperativas energéticas están instalando minirredes en zonas con alta demanda, enfocándose en usos productivos como panadería, soldadura o riego agrícola.
Con su Pacto Energético Misión 300, Malawi busca alcanzar un acceso a la electricidad del 70 % para 2030, demostrando cómo la financiación pública puede catalizar el crecimiento del sector privado en energía limpia.
En 2022 también se eliminaron impuestos sobre productos y servicios solares fuera de la red, reduciendo costos para los consumidores. No solo las subvenciones, sino marcos fiscales estables han sido clave para el éxito.
La energía fuera de la red permite trabajar, estudiar, almacenar alimentos o regar cultivos, fortaleciendo las economías locales y ampliando la base impositiva. El sector está generando miles de empleos, especialmente para mujeres y jóvenes, y ofreciendo trayectorias laborales sostenibles.
Las soluciones solares están transformando vidas. Ya no son alternativas marginales, sino parte central de una estrategia energética nacional que integra innovación, políticas públicas y realismo rural y urbano. La energía limpia es esencial y millones aún la esperan.