Columnas

La complementariedad de nuestras economías marca el éxito de nuestro Acuerdo Comercial

"Necesitamos mantener, más que nunca, nuestro compromiso con un comercio abierto para apoyar la recuperación post COVID-19"

En la Unión Europea, la apertura comercial forma parte de nuestro ADN. Fue un factor clave para nuestra integración gracias a la consolidación del mercado único europeo, y es también fundamental en la relación con nuestros socios.

Aunque la UE alberga solo el 6 % de la población mundial (447 millones de consumidores), sus relaciones comerciales representan el 15,6 % del total del comercio global, siendo el primer bloque exportador y el segundo importador.

En la presentación de nuestra nueva política comercial seguimos reiterando la importancia de la apertura de los mercados; la sostenibilidad de los métodos de producción, sobre todo agrícolas; y la defensa de los intereses de los socios, demostrando que apostamos por el comercio exterior.

Contamos con 44 acuerdos comerciales establecidos con 76 socios.

En todo el bloque europeo, 35 millones de puestos de trabajo dependen del comercio. Por ello, la mejor forma de garantizar el beneficio mutuo es aprovechar todo el potencial los acuerdos existentes, y seguir negociando nuevos.

En América Latina, por ejemplo, con la entrada en vigor del Acuerdo Comercial con Mercosur, la UE mantendrá relaciones comerciales preferenciales con todos los países de la región (excepto Bolivia y Venezuela).

Para la UE, un acuerdo exitoso es aquel que logra un impacto ganar-ganar y contribuye al desarrollo sostenible de todas las partes.

A inicios de marzo, se analizaron los impactos económicos, sociales y ambientales del Acuerdo Comercial con Ecuador. La evaluación mostró cifras favorables en los intercambios comerciales bilaterales. El 24 % de las exportaciones del Ecuador van a la UE, con un superávit comercial de USD 1,6 M, importante entrada de divisas que contribuye a sostener la dolarización.

En 2020, un ‘annus horribilis’ para el comercio, el Acuerdo reforzó la resiliencia del Ecuador e impulsó la diversificación de sus exportaciones (192 nuevos productos) con mayor valor agregado.

De su parte, la UE también ganó gracias a la calidad y regularidad de los productos que importó mientras que con sus exportaciones contribuyó al desarrollo productivo del país, bajando también los precios para los consumidores ecuatorianos (vehículos y camiones bajaron entre el 11 y 39 %).

Pero los beneficios del Acuerdo van más allá del intercambio de bienes y servicios. Hoy, Ecuador cuenta con un marco jurídico más estable, el cual contribuye a mejorar el clima de negocios y ha facilitado el acceso a otros mercados más allá de la UE.

Sin embargo, Ecuador puede aprovechar más este instrumento ampliando su oferta exportable y mejorando su normativa para atraer inversiones a un nivel comparable con el de sus vecinos.

Necesitamos mantener, más que nunca, nuestro compromiso con un comercio abierto para apoyar la recuperación post COVID-19.

Ecuador tiene en la UE un importante socio comercial, una relación privilegiada que se debe cuidar y profundizar para poder enfrentar de mejor manera el desafío de la recuperación económica, el cambio climático y la conservación del medio ambiente.

Charles-Michel Geurts

Embajador de la Unión Europea en Ecuador.