Hace un año que la pandemia de coronavirus comenzó a dominar los titulares y nuestras vidas. Ha sido un período de estrés y dolor sin precedentes. Todos estamos esperando poder lanzar un suspiro de alivio una vez que nuestros familiares, amigos y comunidades reciban sus vacunas, pero no olvidemos que el virus no respeta fronteras. 

No alcanza con centrarnos solo en nuestras respuestas locales a la pandemia; debemos garantizar también que el resto del mundo esté camino a ser vacunado y todos tengan acceso a pruebas y tratamientos seguros y eficaces. Tenemos que derrotar al virus en todas partes. Es una tarea enorme, pero hay muy buenos motivos para albergar esperanzas por los grandes avances en la aplicación mundial de vacunas a través del Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX). 

Desde febrero se entregaron decenas de millones de dosis a más de 70 países en todo el mundo, lo que convirtió a esta campaña de vacunación mundial en la mayor y más veloz de la historia. A través de compras a gran escala, COVAX puede distribuir las dosis en el mundo de la manera más justa y eficiente posible. Fue diseñado como una asociación de verdadera cooperación: cuenta con 190 países miembros, representa a más de 90 % de la población mundial y tiene un poder de compra muy superior al de la mayoría de países por sí solos.

Cuando se creó nadie sabía qué vacunas funcionarían ni cuáles serían aprobadas primero. Por eso Canadá solicitó a COVAX algunas dosis para el país, lo que complementó otros contratos con que ya contábamos y aumentó nuestras probabilidades de lograr una campaña de vacunación local exitosa y contribuir a escala global. Junto con sus propias actividades de aprovisionamiento lanzamos inversiones que también ayudarán a que vacunas, terapias y diagnósticos sean asequibles y accesibles en todo el mundo. 

Gracias a nuestros diversos acuerdos de compra anticipada es posible que terminemos con un excedente de dosis. Eso se sabrá con exactitud en los próximos meses, cuando el Ministerio de Salud de Canadá complete su revisión de los candidatos a recibir la vacuna y a medida que confirmemos el avance de vacunación en el país. Independientemente de cuándo tenga lugar, trabajaremos en estrecha colaboración con nuestros socios internacionales para explorar todas las opciones posibles de entrega de esas dosis a quienes las necesitan. 

Llevará tiempo vacunar a la población de todo el mundo. La buena noticia es que no empezamos de cero, desde hace décadas Canadá financia proyectos de salud mundial en países en vías de desarrollo y continuará haciéndolo. Esas inversiones contribuyeron a la lucha contra la polio, VIH, tuberculosis, malaria y ébola, y resultaron fundamentales para ayudar a los países a responder ante la crisis de COVID-19 con soluciones de salud pública adaptables y de probada eficacia, como pruebas masivas y rastreo de contactos.

Si algo aprendimos de esta crisis es que debemos mantener la capacidad para adaptarnos a situaciones rápidamente cambiantes. Menos de un año después de que la OMS declarara la pandemia, desarrollamos y aprobamos vacunas seguras y eficaces que están llegando a quienes más las necesitan. 

No podemos restar importancia al fondo COVAX, es uno de los logros notables de la época actual: por primera vez el mundo se unió para garantizar acceso equitativo y universal a las vacunas. Nuestras respuestas a escala mundial y local contra el coronavirus están inextricablemente ligadas; por ello COVAX es nuestra mejor opción para superar la pandemia. Cuando la cooperación internacional es exitosa, todos ganamos.

Karina Gould

Ministra de Desarrollo Internacional de Canadá